Capítulo N° 10

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Senté a Félix en la escalera de subida apoyando su espalda en la pared. Toque la puerta muchas veces al igual que el timbre pero no salia ni una jodiga persona.

—¿Que haces?—. Félix frunce el ceño y con una expresión de dolor.

—Tratando de que me habrán la puerta, pero al parecer no me escucha tu madre—. Me arrodille ha su altura.

—Nunca te escucharan.. No hay nadie. Mi madre ha salido con padre ha cenar—. Su expresión era jodidamente penosa.

"jodete.. Más retrasada no podía ser.. Pues me llamo Shepp no pidan mucho"

Ven—. Dice penetrandome con su mirada débil. Me acerco a Félix y ele mira y sonríe apenado, —¿Por que no has besado?—. Mira el suelo y luego conecta nuevamente su mirada con la mía.

—Eso en este momento no importa—. Toco su mejilla.

Joder me sentía tan culpable he inútil.

—Claro que si importa—. Dice frunciendo el ceño.

—El me ha besado—. No despego mis ojos de los de el.

—Joder Shepp.. Ese hijo de puta las va a pagar—. Aprieta sus puños.

—Félix debes descansar.. ¿Como hago para llevarte dentro?—. No fija mi mirada en mis ojos.

—Dentro de mi mochila hay una copia de la llave—. Mira la mochila con desprecio. Paso por encima de su torso y tomo la mochila, ¿Por que coño tenia tantos bolsillos esta mierda de mochila? Revisada cada uno con cuidado buscando un rastro de las benditas llaves.

—¡Acá están!—. Digo triunfante sacándolas de la mochila.

—Es la que tiene una cobertura de color "Roja"—. Me indica con la mirada.

—Claro—. Digo algo aturdida. Hago mis esfuerzos con las puta llave de mierda que no quería abrir, hago unas cuantas maniobras con las llaves hasta que oigo el bendito sonido del picaporte abrirse.

—Vamos—. Paso un brazo de Félix entre mi cuello y camino por la enorme y bella casa de Félix, todo era tan deslumbrante y limpió.

—Mi cuarto queda arriba—. Señala con la cabeza. Subo como puedo la escaleras y me de tengo un segundo para dejar reposar ni espalda ya hecha MIERDA, —Aquí es—. Abre la puerta de una patada y lo ayudó hasta su cama.

—Gracias—. Me mira desde la cama.

—Es lo menos que podía hacer.. Félix lo siento tanto—. Miro su rostros todo golpeado y su mirada de dolor.

—No lo sientas—. Toca mi mano que estaba apoyada en la cama.

—Félix no puedes quedarte hací, ¿Tienes algún botiquín de primeros auxilios?—. Lo miro.

—Dentro de el baño ahí uno—. Mira hacia una puerta.

Abro la puerta y buscó el condenado botiquín.

"Realmente este no es mi día, me siento media lenta y aturdida. Algo no anda bien en mi".

Acá esta—. Lo llevo hací el. Saco unas cuantas vendas y las baño en alcohol, paso la vendas por sus heridas y su expresión se frunce enseguida, —Me siento tan estúpida, lo siento—. Digo mientras pongo una venda en un corte en su frente.

.Alone.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora