next door; camren

28.

Cuando tenía cuarenta y cinco años, Nicholas volvió llorando de la escuela.

—Un niño se burló de él porque no sabía jugar al fútbol —comentó Michelle, abrazando a su hermano.

Camila llegó corriendo de la cocina y levantó en brazos a nuestro hijo, quien se abrazó con fuerza a ella.

—Mi amor, ese niño no sabe lo que dice. Tú sabes hacer muchas cosas que seguramente él no puede hacer. No dejes que sus comentarios tontos te hagan sentir mal —le dijo en el oído mientras yo le daba un beso en su frente.

—¿Y Kiara? —mi hija de once años no había llegado con sus hermanos.

Michelle caminó hacia mí.

—En el recreo dijo que los niños le parecían feos, y una niña la llamó "estúpida lesbiana". Ella fue al baño a llorar, pero Ilaisaane la siguió y creo que logró calmarla. Yo no fui porque me enteré de todo esto después.

Crucé miradas con Camila y le dediqué una pequeña sonrisa, al recordar aquella vez cuando éramos niñas. Ella me tomó de la mano.

Ilaisaane era la mejor amiga de Kiara desde que era una bebé. Su familia se había mudado al lado de nuestra casa cuando ella tenía dos años, y su madre había resultado ser Dinah, mi mejor amiga de la infancia.

—Pero si eso pasó en el recreo... ¿por qué ahora no está aquí?

Michelle soltó una risa.

—Ya conocen a su hija. Al acabar las clases buscó a la niña que la había tratado mal y le dio un par de patadas. Digamos que se quedó castigada. No la dejarán ir hasta que una de ustedes no la recoja.

Camila me miró, preocupada.

—Yo me encargo, amor —y corrí hacia el auto.