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Dedicado a MrsMaximoff gracias por leer!! ❤

- Te extrañé. - Murmuré con la cabeza baja momentos después de habernos separado. Sus labios eran jodidamente adictivos, pero mis pulmones corría el riesgo de quedarse sin aire y perder todo su oxigeno.

Sus cejas se juntaban nuevamente y ya empezaba a acostumbrarme a que estuviese confundido siempre. Sonreí al ver aquella encantadora sonrisa que tanto amaba ver en sus labios.

- ¿Me extrañaste? - su ceño se fruncía con más intensidad y si no fuese por la sonrisa que irradiaba su rostro, ya estaría sumida en mis pensamientos preguntándome si había dicho algo malo.

Asentí con la cabeza algo aturdida.

- ¿Extrañaste besarme? Podrías volver a hacerlo.

Acercó sus labios a los míos y yo puse mi mano en su cara para detenerlo y alejarlo un poco de mi cuerpo, claro, sin arriesgarme a perder las múltiples sensaciones que me provocaba ese leve agarre de sus manos en mi cintura.

- Te extrañe a ti, torpe. - lo escuché reír por lo bajo. Joder, era una de las pocas veces que le escuchaba reír. Y jamás llegaría a olvidarlo. Nunca.

- Eso es nuevo. - expresó en un pequeño susurro que claramente llegué a oír.

Intenté serenar mi rostro al darme cuenta de la estúpida sonrisa que tenía en mi cara. De seguro parecía una idiota que no paraba de mirarle y probablemente entendería si él llegaba a asustarse y salía corriendo como loco muy lejos de mi alcance.

- ¿No se supone que deberías decir lo mismo? - pregunté finjiendo enojo. Aunque realmente me irritaba un poco que luego de tanto tiempo sin vernos solo se riera y susurrara cosas.

Noté como juntaba sus cejas por tercera vez.

- Bien... - arrugó su frente mientras me miraba como si estuviese loca. - Te extrañe en las pocas horas que te fuiste corriendo no sin antes casi dejarme sin hijos.

¿Debía reír por su estupidez dicha? Enserio no entendía de qué mierda hablaba.

- Ross, es en serio.

¿Por qué mierda seguía juntando sus malditas cejas!? Está bien que se veía jodidamente sexy haciendo eso, pero tampoco es para que abuse de mis hormonas.

- Hablo en serio. Me dejaste cojeando como por media hora. - rió, realmente era extraño que riera dos veces seguidas en un día, aunque sonaba mucho más extraño que yo haya sido la causante de eso.

Me quede a observarle mientras me obligaba a analizar lo que anteriormente había dicho. Mi cabeza era un desastre donde imagenes desordenadas sobre la chica exactamente igual a mí (aquella que había intentado ahorcarme frente al espejo de aquel asqueroso baño) aparecían en mi cabeza, sintiendo como todo se repetía y sentía que me ahorcaba una y otra vez. Sentí las manos de Ross palmear suavemente mi rostro hasta sacarme del pequeño trance en el que estaba. Sentí como mis pulmones se contraían y es aquí cuando me doy cuenta que no respiraba. Ross me miraba fijamente, sus ojos desesperados y sus cejas juntas me expresaban la preocupacion que irradiaba su rostro. "_______, ¿Estas bien? " "¡¡joder, no respiras!!" Solo podía ver sus labios moverse mientras me hablaba, palabras que escuchaba a lo lejos como un tenue eco.

"- Tienes una gemela... Solo se diferencian por la marca de nacimiento que ella tiene en uno de sus muzlos... " las palabras de Nick se repetían en mi cabeza una y otra vez, torturándome y haciéndome tambalear seguidas veces en el lugar en que estaba.

Respiré entrecortadamente, todo se movía a mi alrededor y empecé a preocuparme en cuanto abrí mis ojos y solo veía imagenes borrosas, sin señales del Ross que anteriormente estaba enfrente mío.

- ¡Ross! - le llamé. El no podía irse, no podía dejarme, no otra vez.

Suspiro en cuanto escucho su voz a mi lado seguido de un leve apreton de manos que me hizo entender que él seguía ahí. Pestañe un par de veces hasta poder ver todo con claridad, nuevamente. Fruncí automaticamente mis cejas en cuanto pude percatarme que estabamos en el interior de su auto.

- ¿Ross, adonde vamos?

Lo vi sonreír mientras me susurraba que debía llevarme con un doctor hasta saber que yo estuviera bien. Automaticamente lo detuve. No necesitaba un doctor, no estaba enferma, tampoco es que estuviese volviéndome loca. Le aclaré que estaba bien y quería volver a casa. El opuso resistencia, sin embargo, seguí insistiendo. Sonreí en cuanto lo escuche suspirar y asentir con la cabeza aún preocupado.

Entramos a la casa. Suspiré pesadamente mientras me decidía a soltar las palabras que me atormentaban desde hace un momento.

- Necesito que hablemos.

(...)

Me seguía mordiendo los labios mientras le veía tomar su cabeza entre sus manos a la vez que gruñia algo frustrado. Bien, jamas pense que reaccionaría de esa manera luego de haberle contado sobre mi hermana. No es que él no supiera disimular nada, pero era bastante obvio que algo le traía fastidiado con este tema, algo que él sabía y no quería contarme, algo que por lo visto tenía que ver conmigo y mi pasado, algo que probablemente me llevaría a saber de mis padres. Algo de lo que claramente estuvo evitando todo este tiempo.

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No se preocupen si no entienden algunas cosas, todo se volverá mucho mas claro en los siguientes capitulos, lo prometo. (Se que ultimamente estoy rompiendo mis promesas y que debo ser una pésima escritora pero les juro que me esfuerzo mucho para que al menos los capítulos les parezcan entretenidos e interesantes)

Prohido Enamorarse ll | Ross LynchDonde viven las historias. Descúbrelo ahora