Me siento sola.Muero de hambre.
Llevo tres días encerrada y ni siquiera sé donde están todos.
Están torturándome con preguntas de mi pasado, ni siquiera sé quienes son mis padres y me preguntan que sé sobre ellos.
No paran de pegarme hasta esperar resivir una respuesta.
Si este es un problema de mis padres, no entiendo por qué rayos me buscan a mi, ni siquiera entiendo que tengo que ver con todo esto.
Los golpes crean heridas, esas heridas en mi rostro no parecen sicatrizarce y ya parezco un monstruo lleno de moretones.
He visto a Kayla un par de veces, su rostro no parece ser el mismo... ya no es aquella niña adorable e inocente, más bien, ahora es una niña asustada, con ojos grandes azulados y tristes, sin contar la raya sombría de sus labios por donde antes habitaba una sonrisa. La he visto, pero no hemos tenido tiempo a solas para platicar juntas.
Ya no se si mi cuerpo pueda mantenerse estable durante el transcurso de unos días. No se si pueda soportar la sed y el hambre, no podría vivir sin apenas una gota de agua que pueda mojar mi garganta.
Puedo escuchar pasos acercarse a mi respectiva habitación. Mis ojos esperan ansiosos a que la puerta se abra, esperanzada por resivir una visita, tal vez alguien que pueda alimentarme... Pero no, mis ojos se desilusionan en cuanto veo a Nick con un latigo en manos... Maldición, no, no quiero otras de sus torturas.
Narra Ross.
No pude evitar sentirme enfermo, y no precisamente por las 5 balas que con dificultad los doctores pudieron extraer de mi cuerpo, más bien, Es como si esas balas hubiesen sido enterradas precisamente donde se guardan mis sentimientos, y es que, no pude evitar sentirme como mierda aquella mañana que la vi partir. Sentía como mi corazón se encogía y las lágrimas picaban en mis ojos. Quería saltar y lanzarme al vacío en cuanto las ruedas del auto en que iba comenzaron a moverse. Me vi atado a unas putas maquinas, sin poder hacer nada al respecto para detenerla. Quise romper todo a mi alcance, hasta retiré la mascara de oxigeno de mi rostro, quedándome sin aire... Odié cuando la enfermera volvió a colocarmela, realmente prefería haberme quedado sin aire a soportar una vida lejos de ella. Mi forma de quererla era algo extraña, pero debían entender que jamas había querido a alguien y por lo tanto no tenía ni puta idea de como hacerlo. Pero aquella mañana, a pesar de haber sentido como mis sentimientos eran estrujados en mi propia cara, realmente llegue a pensar que ella me dejaría y se había ido para siempre.
- ¿En que piensas?
Niego y una pequeña sonrisa se posa sobre mis labios.
- Vamos, dímero
- No quiero hacerlo.
- Ross...- se queja.
No puedo evitar quedarme hipnotizado admirando como frunce el seño y saca un poquito hacia afuera su labio inferior para hacer un perfecto puchero.
- Si me besas, podría decirte.
- Estas enfermo. - bufa.
- Solo fueron un par de balas, de todos modos ya estoy bien y en unas horas podremos irnos.
_____ me mira a los ojos y no tarda en inclinar su rostro hasta juntar nuestros labios. Puedo sentir su lengua contra la mía y por un momento siento la necesidad de separarme de ella, coloco ambas manos en su cintura y la aparto, empujándola bruscamente de mi cuerpo. No sabía porqué mis labios no encajaban con los suyos como solían hacerlo antes. Sus labios parecían haber perdido la dulzura, el sabor era algo distinto y parecían ser totalmente desconocidos.
- ¿Pasa algo? - frunce su ceño.
Llevo una mano a mi boca y limpio torpemente mis labios.
- Me haz empujado. - dice.
Me quedo helado. Al ver el miedo en sus ojos no puedo ocultar las ganas de pegarme por haberlo hecho. No sabía que mierda me estaba pasando. Había prometido cambiar y no estaba funcionando.
- Lo siento... En verdad lo siento.
- Olvidalo, Ross.
Sus pies se mueven hasta la puerta.
- ______ no te vallas. - le pido. - Por favor.
Sus pies no se detienen y rápidamente supongo que se ha enojado.
- Vendré cuando estés dispuesto a tratarme bien.
Y se retira.
Cierro mis ojos con fuerza y llevo ambas manos a mi pelo, no puedo evitar tirar de mis cabellos hasta sentir ese leve dolor en mi cráneo.
Narra ______.
Nuevamente otro latigazo sobre mi piel desnuda y un desgarrador grito de mi parte.
- Detente. - le pide Nick al hombre que lleva minutos golpeándome. Este obedece y agradezco mentalmente que se haya detenido al instante.
Nick le pide un momento a solas conmigo, el hombre sin decir palabra se retira.
Tomo las prendas que habían sido anteriormente desprendidas de mi cuerpo y rápidamente intento ponérmelas, Nick se me acerca y las arrebata bruscamente de mis manos.
- Date vuelta. -ordena.
Cubro como puedo mis pechos con ambas manos y algo apenada me doy la vuelta, siento como mis mejillas arden a causa de los golpes y el leve sonrojo por lo avergonzada que me sentía.
- ¿Segura que no sabes nada de tus padres?
Niego. Temía que fuera a pegarme nuevamente con pretexto a que siempre daba la misma respuesta.
- ¿Tampoco sabes sobre tu hermana?
Le miro, frunzo el ceño sin llegar a entender ni una sola palabra de lo que decía.
- Tu hermana. - vuelve y repite.
Niego.
- Tienes una gemela... Solo se diferencian por la marca de nacimiento que ella tiene en uno de sus muzlos... ¿También vas a mentirme respecto a ella?
- Le juro que no sabía nada sobre ella.
Nick me observa y no puedo evitar sentirme incomoda recalcando que estoy totalmente desnuda y el ni siquiera pestañea.
- Tu hermana es sumamente peligrosa... Prefiero tenerte desnuda todo el tiempo a que un día valla a desnudarte y traigas esa mancha en uno de tus muslos.
Es lo único que dice antes de retirarse, dejándome algo pasmada ante la noticia.
****
La Rayis tiene una hermana!! *.*
¿Que opinan al respecto? ¿Se lo esperaban?
Las amoo! ❤ Espero que les este gustando mucho!!
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Prohido Enamorarse ll | Ross Lynch
Fanfiction2da temporada de "Prohibido Enamorarse" Créditos de portada : @wildnix ❤