Cap.06-Conflictos de Interés

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EN EL EPISODIO ANTERIOR...

Demian y Emanuel hacen parada en Londres y conocemos las nuevas reglas de su contrato.

Al salir en busca de pecadores, Demian se cruza con Erik, un chico que huye de casa para unirse a la pandilla de Amón, disfrazado de gato lo sigue cuando el chico trata de ejecutar a la Sexta, la pandilla rival de los Amón, al final el demonio debe salvar su vida pero no revela su identidad.

Aunque en un principio intenta devolverlo a su casa, la necesidad de completar su cuota lo llevan a usar aun más al chico y dándole un cuerno de demonio le ordena reunir a los Amón.

Mientras tanto, Emanuel surca los cielos en busca de su hermano.

Cuando Demian le dijo a Erik que ofrecería las cabezas de la Sexta no bromeaba.

En una exhibición truculenta había cortado y alineado las cabezas de toda la pandilla, allí estaban sobre una larga mesa cual si fueran pasteles, Erik solo las vio un segundo antes de salir corriendo a vomitar, ahora estaba en un rincón, pálido y temblando ante aquel compañero peligroso que solo unas horas antes había sido un lindo gato.

El cuerno que le había dado sirvió de maravilla, tras hablar con el jefe por teléfono este había aceptado en el acto su palabra, esperaban al grupo de un momento otro.

Tras terminar de acomodar las cabezas, Demian se lamio la sangre de la mano y fue a sentarse frente a Erik, el chico se encogió en su sitio, con los brazos abrazando las rodillas.

-Dime niño- empezó el demonio con su particular voz insinuante, aquella que usaba cuando quería sacarle información a alguien- ¿Exactamente qué quieres?.

-Respeto- dijo el chico y luego se cubrió la boca, la palabra le habían salido sola, Demian sonrió.

-Tenemos algo en común después de todo, ahora deja que te esplique algo, existen dos maneras de conseguir lo que quieres, si eres como yo buscaras el respeto a través del miedo- señalo la fila de cabezas- es muy simple en realidad, cuando te deshaces de tus escrúpulos y aprendes a ser despiadado y brutal te aseguras de que nadie quiera estar en tu camino, entonces veras a todos a tu alrededor, rodeándote y serás el centro del universo, nadie será tu amigo ¿pero quién necesita amigos cuando se tiene poder?; ahora bien, si eres como cierto hermano mío buscaras el respeto a través del merito propio, es algo confuso, solo trataras de ser la mejor persona que puedas y esperaras a que alguien lo note, también trataras de pensar bien de todos y esperaras a que alguien lo aprecie, en principio te quedas en segunda plano pero a la larga...muy a la larga, funciona y te haces tristemente popular.

-¿Tristemente?- repitió Erik y otra vez se tapo la boca.

-Mi pobre hermano es un caso...cuando se es tan bueno la mitad de la gente cree que eres un incrédulo, la otra mitad no comprende que allá alguien así y se la pasan buscándole faltas, a mi me da más lástima que otra cosa, la verdad- se rio- ¿te digo algo gracioso?, es mi hermanito menor, el más chico de la familia y siempre ha sido el consentido, hay tienes otro punto común- levanto la cabeza- ya llegaron, a menos que estés dispuesto a seguir por este camino será mejor que te largues.

Pero Erik no se movió, acababa de entender que era lo que Demian quería en realidad, además seguía asimilando sus palabras...respeto a través del miedo...respeto a través del merito...era poder vs buena voluntad.

Cuando el grupo de los Amón entro a la fabrica armado hasta los dientes, se llevaron un feo susto ante la hilera de cabezas cortadas, no vieron a Erik que seguía quieto pero atento en su rincón pero si a Demian, esperándolos en medio de aquella exhibición terrorífica.

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