Cap.13-El Hijo del Diablo

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1° de Abril del 2010, San José, Costa Rica (¡Ya nos tocaba, pues!)

-Hay Dios, hay Dios, hay Dios, ahora si se me va a armar...

-¿Me quieres explicar qué te pasa?, ¡Llevas media hora con eso!, que si Padre no se ha asomado es por milagro.

-Estoy hecho un lio, ni te figuras.

Emanuel enarco una ceja, no se lo figuraba pero debía ser serio.

Demian llevaba toda la mañana de buen humor, de pronto había mirado la hora, luego el teléfono y había empezado con esa invocadera como si se le viniera el mundo encima.

-Oye, si me dices de que se trata yo puedo ayudarte...si no es pecado, claro.

-No, no es eso...hay Dios- dejo de dar vueltas, parecía que se iba a echar a llorar- soy un desastre absoluto, en serio, se suponía que hoy me traían a mi niño ¡Y no sé donde quede de recogerlo!

-¿A Mammon?- Emanuel no conocía al chico, pero sabía de él desde el último incidente.

-Lo dejan subir a la tierra un mes al año pero tiene que ser al año exacto, a veces nos tardamos más para variar el mes pero hace tanto que no estamos juntos que lo echo de menos, ya lo tenía yo todo listo, la dirección la fijamos y la anote aquí en el teléfono pero no sé porque se me esfumaron los mensajes.

-0.oU...que raro...

Emanuel accidentalmente había borrado los mensajes del teléfono de Demian cuando este se lo había dejado...pero Demian no sabía eso.

-¿Y no te acuerdas de nada?- dijo para desviar el tema.

-Pues en parte, quedamos en que en la Avenida Segunda, lo que no logro acordarme es si era al principio o al final- se miro la muñeca- quedamos a las doce y son las once cincuenta, Belcebú quedo de traerlo y es un monstruo de puntualidad, lo dejara y se ira y si no estoy allí... ¡Hay Dios!

-¡Cálmate!, oye, no parece tan serio, ¿Mammon no puede esperarte...?

-¡Claro que no!, si no aparezco a tiempo pensara que lo olvide y ahí sí que se nos arma pero la de Troya.

-¿Y si te divides?, puedes estar en tres sitios a la vez, no veo porque no...

-Tú no está entendiéndome, burlar a Mammon es como jugar al tenis con granadas de mano, una vez hice eso, se dio cuenta, creyó que me le evadía y ni te figuras como se puso.

-¿Tan malo es?

-¿Tu escuchaste cuando estallo el Krakatoa?

-Aja...

-De ese día te estoy hablando.

-._.U

-¡Cinco minutos!...oh cielos... ¡Ya se!-de pronto sujeto a Emanuel y lo puso en dirección- tú te me vas al inicio y yo al final, así si se cruza conmigo no hay bronca y si te topa contigo serás tu quien lidie con él hasta que yo llegue a consolarlo.

-¬¬ Ese plan no me convence...

-Pero a mi si y luego de la estupidez que hiciste y que casi me cuesta el infierno es lo menos que me debes, arreando para allá.

Lo soltó y corrió en la dirección opuesta, Emanuel contuvo una queja y siguió por su lado.

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Se detuvo a la entrada de la Avenida y se quedo mirando, mucha gente circulaba a esas horas, se fijo en el reloj de una tienda y vio que quedaban dos minutos, entonces aparecieron.

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