Dos horas, dos horas buscando a aquella gatita y no la habían encontrado, Noble comenzaba a desesperarse. La búsqueda se estaba realizando por tierra, que vendrían siendo en los jeep para abarcar más terreno, y por medio de los arboles, de los cuales se encargaban los y las primates.
Solto un suspiro viendo por la ventana del jeep, que era conducido por Fury y que de copiloto iba Forest, quien no dejaba de quejarse.
- ¿Por qué no la de tuviste, Noble? - le recriminó por onceava vez.
- Porque salve a tu madre, idiota.
- Pero saliste tras de ella, ¿qué tan rápida fue que te dejo atrás en milésimas de segundos? — se volvió en el asiento para lograr verlo, Noble lo vio molesto. — ¡Eres el más rápido de la reserva y ¡¿te gano una hembra regalo?! ¡Debes estar bromeando!
— Ya, tranquilos, pelear no servirá de nada. debemos encontrarla. — Fury hizo una mueca. — Parece ser que una tormenta se acerca. No sería nada bueno que una hembra regalo quedará expuesta a una.
— No es una hembra regalo. —murmullo entre dientes apretados.
Al menos eso creo.
Fury solto un suspiro, Noble lo comprendía, no había dejado de discutir con Forest desde que habían salido de la reserva a buscar a Erendi, pero él no se iba a dejar.
Bajo la ventanilla de la camioneta, viendo atento a los venados que entre los árboles se podrían ver. Justice, junto con los que integraban la Voz de los Especies, habían dado refugio y asilo a los animales que eran salvados de los cazadores.
Ellos habían creado más áreas verdes que los humanos, los protegían de todos y ante...
Noble salió de su ensimismamiento al ver que los venados corrían asustados, afilo más su vista y logró verla, Erendi. Sin pensarlo, abrió la puerta del jeep y se lanzó, sino se daba prisa podría perderla... de nuevo.
Rodó hasta golpear contra un árbol, quedando sin aire por unos minutos, se levantó y olfateo el aire, recordaba su olor... lo llevaba grabado en la piel y en la memoria con fuego. Cuando detectó el aroma de ella, hecho a correr, asustando a algunos venados que ya se habían calmado.
Volvio a husmear en el aire, corriendo está vez a la izquierda y de ahí todo derecho, sino mal se equivocaba estaba cerca del río. Uno que estaba a lado de un claro con un hermoso pasto, él solía ir ahi a jugar... cuando era niño claro.
Apenas puso un pie en tan preciado lugar y se quedó quieto, ahí en medio ya hacia Erendi acostada. Su largo cabello negro desparramado por el suelo y parte de su cara, sus piernas desnudas con unos cuentos rasguños y aquella bata de hospital que no dejaba nada a la imaginación, la garganta se le quedó seca a tal imagen.
Se acercó con sigilo a ella, pero a unos pasos más cerca se dio cuenta de la sangre que manchaba la bata de la parte del abdomen.
— Duele. —escucho el susurro de Erendi, se colocó de rodillas cerca de ella y le retiró el cabello de la cara, aquellos ojos azules estaban cerrado.
— Es la herida de bala, ¿verdad? —pregunto tranquilo, no quería hacerla querer huir de nuevo. Por más tonto que se le hiciera, el tenerla a su lado... se sentía bien.
Erendi en vez de responder, abrió aquellos hermosos ojos y Noble se ahogo en ellos, era como las profundidades del mar. Puros. Una gota cayó del cielo, impactando en la nariz de Erendi, ella volteo al cielo y Noble hizo lo mismo, entonces comenzó a llover.
Noble bajo primero la mirada, deleitándose al ver como aquella bata de hospital se pegaba más al cuerpo de Erendi y hacia notorias esas sensuales curvas, los pezones alzándose...buscando atenciones. Yo sé las doy.
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Noble (Nuevas Especies 1)
FanfictionY aquí nuevamente en a su alcance, Noble, espero no haberlas hecho esperar mucho. (Se que si, sólo siganme la corriente) Noble, hijo de Valiant y Tammy, enfrentará mucho por culpa de su orgullo y decisión, pero eso no se verá comparado por lo que de...