Salvation se pasó las manos por el cabello, mientras recorría el pasillo del centro médico que lo llevaría a la habitación donde Erendi dormía y su amigo Noble velaba por ella, ¿cuanto tiempo llevaba? ¿un mese?
Si, un mese que Noble no abandonaba aquella habitación y que pasaba días y noches cuidando a alguien que era incapaz de darle las gracias. Se detuvo frente una puerta, abrió y Noble giro para verlo, estaba en una silla frente a la camilla.
— Hey, buenos días. — saludo, ya que sería absurdo ir y no hacerlo.
— Buenas, — Noble inclinó la cabeza, el cabello le había crecido, pero su aspecto... no era el mejor. — ¿qué ocurre?
— Pensé en darte reveló, ¿sabes cómo? Yo me quedo con Erendi mientras tú vas y descansas como es debido, te das una ducha, comes algo realmente delicioso y nutritivo, también...
— Olvidalo, Salv, no pienso salir de aquí.
— ¿Estás enfermo acaso? — si, bueno, él había venido a por las buenas. Se había acabado el lindo y buen Salvation. — Tienes que salir, que te dé el sol.
— ¿Y si mejor te vas? — Noble soltó un suspiro y volvió su atención a Erendi, Salv hizo una mueca.
— Te entiendo; entiendo el dolor que has de sentir, yo... haría lo mismo si Gian estuviera en la misma situación que Erendi, pero sabes en la condición en la que venia. Las probabilidades que ella despierte son mini...
— ¡Callate! — Noble lo vio sobre el hombro. — Sólo vete y dejame en paz, Salv, vete.
Respiro hondo, negó con la cabeza y salió de aquella habitación, no podía con aquello. Al cerrar la puerta y ver por el pasillo, se quedó quieto. Gian estaba ahí, con sus lindos ojos oscuros llenos de lágrimas, él corrió hacia ella y la abrazo con fuerza, su Lobita estaba sufriendo por no tener a su amiga.
Le acarició el cabello, beso su sien y la tomó en brazos, sólo consolando aquel lindo ser que amaba. No le podía mentir, pero tampoco quería herirla, sólo le quedaba abrazarla y quererla, consolarla.
↑•*•*•↑
Vamos gatita, debes despertar. Noble le retiró el cabello del rostro, acariciando aquellas linda mejillas. Su Erendi, su linda y fierecilla Erendi, ya iban dos meses que no veía aquellos ojos zafiros, ni aquella mirada enfurecida o dulce.
Dos meses que no había escuchado su nombre adornado con aquella linda voz. Hace dos meses que él le había destrozado el corazón y aún asi ella le había dicho aquellas hermosas palabras “Te amo, Noble”.
Solto un suspiro, apoyo la frente en la de ella e hizo lo mismo que hace un mes, se subió a la camilla. Se acostó a su lado, la atrajo a él con mucho cuidado y la abrazo, sintiendo la piel fría que alguna vez fue caliente bajo sus manos. Su boca. Respiro hondo, pero el olor a peras y vainilla era muy suave, demasiado. Le beso la mejilla.
— Te extraño tanto, ¿sabes? Me haces falta, Erendi, ¿por qué me enamoraste tanto sólo para dejarme sin ti? — trago grueso, negó con la cabeza. — ¿Por qué fui tan terco?
— ¿Interrumpo?
Noble volteo hacia la puerta, Gabriel le saludó y entró, cerrando tras de él. No era la primera vez que el padre de Erendi lo encontraba de aquella forma, le comentó que cuando Alegría habia salido muy herida de una misión, Gabriel había infringido muchas normas sólo para estar con ella y cuidarla cómo él ahora cuidaba a Erendi.
— Para nada, Gabriel, pasa. — sonrió, sólo ese humano lo visitaba y no le pedía que se alejara. — ¿Todo bien?
— Si, quiero decir, las cosas han cambiado para muchos. — tomó asiento, riendo bajo. — Mi hijo Demmon ya tiene pareja, aunque no sé, algo no me cuadra.
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Noble (Nuevas Especies 1)
FanfictionY aquí nuevamente en a su alcance, Noble, espero no haberlas hecho esperar mucho. (Se que si, sólo siganme la corriente) Noble, hijo de Valiant y Tammy, enfrentará mucho por culpa de su orgullo y decisión, pero eso no se verá comparado por lo que de...