✨YES, SIR✨

933 60 0
                                    

No conteste nada, sólo sonreí de lado por la vergüenza que su miraba causaba en mi.
Apreté mis piernas incómoda bajo su mirada tan penetrante que causaba un cosquilleo en mi entrepierna, haciendo que mi respiración se notará más de lo que debía.

-Sólo es una amiga, le gusta bromear- dijo Stephen salvandome de la babosada que yo diría.

-Ya veo- murmuro mirando mi cuerpo entero, se veía tan guapo, podría decir que más que Stephen, pero era diferente porque por alguna razón, este hombre me traía mala espina.

Nos sentamos a la mesa y el primer platillo llego.
Éramos 6 personas en total en la mesa, los tres hombres y otras dos chicas, acompañando a estos hombres tan atractivos.

No tenía ni idea de lo que estaban hablando, seguramente era de negocios, no prestaba atención, apenas y sabía que era lo que estaba comiendo.

Estaba sentada entre Stephen y Philip, me sentía algo extraña, aún tenía el fastidioso cosquilleo. Esto era mucho para mi.

Había un plato de almejas en medio de la mesa, tome una para verla, jamás las había comido, era extraño y de me hacia un poco asqueroso.

-Ponle limón y algo de sal, así no sabe tan raro- dijo Stephen en mi oído haciendo lo que su voz decía, poniendo sal y limón a la pobre almeja.

-No pensaba comerla, ni si quiera sé como hace- dije en un susurro hacia él.

-Sólo absorbe, como un trago, rápido- me dijo con una sonrisa para volver con el señor frente a él.

Me digne a probar por primera vez al pobre animal, hice lo que Stephen me dijo pero casi escupo el contenido al sentir una mano en mi muslo derecho, ese no era Stephen, él estaba del lado izquierdo.
Mire mi pierna y vi la mano de Philip apretando mi pierna, el miraba al hombre mayor frente a nosotros que hablaba entretenidamente de quien sabe que.

Quite su mano antes que Stephen se diera cuenta.
A pesar de que no éramos nada, yo sabia respetar a mis clientes, porque me gustaba que ellos me respetarán a mi.

Mire a la chica que acompañaba a Phillip y ella estaba perdida en su mundo, y por eso me refiero a que estaba viendo a un camarero muy apuesto que la estaba atendiendo.

Volví a sentir de nuevo la mano de el hombre y me tense bajo su tacto, ya que ahora la había puesto un poco más arriba, acercándose a mi feminidad.

Cruce mis piernas inmediatamente antes de que continuara subiendo, pero como la estúpida que soy me golpee con la mesa haciendo que los platos y cubiertos saltarán llamando la atención de todos.

-Lo siento- dije con una sonrisa de arrepentimiento.

-¿Estas bien?- preguntó Stephen en un susurro cerca de mi oído.

-Si, no te preocupes- dije mientras quitaba de nuevo la mano de Philip. -Iré al tocador- dije parándome de la silla. Los tres hombres se pararon después de yo y los mire confundida, ¿ya se iban?

-Ve- dijo Stephen asintiendo con la cabeza como si me diera permiso.

Camine por el restaurante hacia el letrero que tenía letras en cursiva con la palabra "WC", entre al baño de damas y me quede boquiabierta.

Esta mierda era más grande que el departamento que tenía con Charlotte.

Realmente no tenía nada que hacer en el baño pero me sentía incómoda estando al lado de Philip, me sentía nerviosa y rara. No me gustaba.

Camine al espejo enorme y me mire detenidamente. Tenía el maquillaje perfecto, la ropa perfecta, el cabello peinado perfectamente, pero dentro todo era un desastre, ¿pertenecía a este mundo? La gente me trataba como lo que era, pero de una manera era diferente. Tenía el aspecto que necesita para encajar pero dentro de mi no lo hacia.

-Sólo estas aquí por el dinero- me repetí frente a el espejo. -Sólo por el dinero-

Demonios, tenía que aguantar aquí para poder tener todo eso que me esperaba.

Deablos, era un desastre.

Camine de nuevo a la salida para ir de nuevo a la mesa.

Me senté en mi lugar y acerque más la silla al lado de Stephen.
Él me miro y me sonrió y yo sólo hice una mueca intentando sonreír.

-¿Te devolvió todo el dinero?- preguntó Stephen hablando con Philip.

-Así es, hice lo que me dijiste, fui duro- dijo lo último mirándome.

-No quiero que vuelva a pasar, mantenganse alerta por si se acercan con malas intenciones- dijo serio comiendo algo de su tenedor.

-Eres igual que tu padre. Hace todo lo que puede pero lo hace bien. Ser mitad italiano te favorece ¿eh, muchacho?- dijo el hombre mayor con una sonrisa. ¿Italiano? Pero si era como una clásico americano.

Lo mire y vi sus facciones, era tan apuesto, tal vez si tenía sangre italiana.

Me miro y sonrió de lado.

-Gracias, Bob, pero mi padre era mejor que yo en este negocio- dijo sonriéndole.

-Bueno, él tenía más experiencia pero con los años que llevas en esto, eres el mejor, ahora que él no está- musito Bob.

-Él tiene razón eres el mejor, James- dijo ahora Philip.

-Estoy de acuerdo- dije con una sonrisa socarrona. Stephen río levemente.

(...)

Estaba esperando a que Stephen terminara de hablar con el señor Robert, se había puesto a platicar después de salir del restaurante en la acera con un puro en la mano.

Philip estaba a mi lado fumando un cigarrillo, tocando su hombro con el mío de vez en cuando.

-Eres más linda de lo que imagine- dijo de repente llamando mi atención.

-Gracias- dije casi en un susurro.

-Al menos tienes algo de modales.

-Bueno no soy un perro- conteste saracastica.

-No intentes pasarte de lista conmigo, niña- dijo con una voz dura que viajo hasta mi entrepierna.

-Si, señor- dije coqueta con una sonrisa de lado para que creyera que podía tenerme pero era obvio que no podría, no tenía los pantalones para hacerlo. Mucho menos por intentar sobrepasarse conmigo.

Off The Races | Trash | Temporada 1 y 2.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora