♡and it's all becasue of you♡

134 14 0
                                    

La mañana me había golpeado como si fuera un luchador profesional y yo aún seguía pensando en como me encontraría con él. Antonio me había hecho saber que iría a su casa pero no tenía ni la mas mínima idea de lo que haría al verlo, ¿qué se supone que le diga y como mierda lo haré?.

Desde temprano que Antonio me pidió juntarme con él primero para prepararme me sentía nerviosa, no tengo ni la menor idea de como haré para hacerle saber que quiero ayudarlo y que estoy de su lado. Me sentía una espía, como de película, me había vestido con una blusa de manga y cuello largo negra y nos jeans, Antonio me había dicho que usara este color para hacer aún mas discreto el micrófono.

-¿Por qué no pusieron cámaras?- pregunte aún sentada en la mesada de su pequeño pero muy elegante departamento, tenía que retirarme dentro de poco y me tocaba ir en taxi a la dirección que él me había dado.

-Stephen no es un hombre fácil, en general- dice sin mirarme revisando quien sabe que en un montón de computadoras, no estábamos solo, había alrededor de 15 personas con nosotros. -No creas que es tan fácil para todos acercarse de la manera en la que tu haces- me quede callada ante su repuesta y sólo asentí, cada vez que habla así me hace creer que Stephen siente algo por mi, me emociona, no mentiré pero me ilusiona y no me dejaré llevar por eso.

[...]

-Cortaré la llamada y necesito que hables con el señor para ver si la conexión sigue siendo buena, te llamaré de nuevo si algo falla ¿de acuerdo?- dice por le altavoz de mi celular mientras voy en el taxi en camino a verlo.

-Si, entiendo.

-Esta bien hermosa y con mucho cuidado- dice para después colgar la llamada dejándome en silencio pensando que le diré al hombre que maneja.

-¿Que tal el trabajo?- preguntó mirando la parte trasera de su cabeza intentando parecer interesada.

-Muy bueno muchas gracias, supongo que usted es importante, mujeres hermosas como usted no suben a este viejo carro todos los días- contesta con una sonrisa de oreja a oreja haciendo resaltar las arrugas que la edad dejó.

-Muchas gracias pero ¿por qué lo dice?- preguntó con un sonrojo hasta las orejas.

-Bueno pues me dieron mucho dinero por dejarla a su destino y lo agradezco bastante, la verdad es que necesitaba ese dinero para unos medicamentos para mi esposa, ya es vieja y esta enferma [...]

Dejé de escuchar su relato cuando el auto paró frente a una casa enorme, no iba mentir, esto no era el cuarto de un hotel, esta era un mansión digna para alguien como él, alguien como Stephen James, tenía su nombre impregnado en cada pared que veía.

Agradecí al viejo hombre y salí del auto, me acerque a la enorme reja que me impedía el pasó, ¿Cómo se supone que entre?

Mire a mi alrededor hasta que vi un aparato pegado a la pared y me acerque a el para tocar el timbre.

-¿Quién es?- pregunta una voz femenina conocida para mi, hija de puta.

-Aamh, soy Hanna Beth, estoy buscando a Stephen- escuche un pequeño zumbido del otro lado después de contestar dándome a entender que presionaba el botón para hablar pero no decía ni una palabra.

-¿Quién es? parece que viste un fantasma- escuchó su voz a lo lejos haciéndome estremecer.

-No es na...- la transmisión se corta y es cuando decido hablar de nuevo.

-¿Stephen esta en casa i¿o me equivoque de dirección?- pronunció intentando escucharme brava pero estaba que me moría de los nervios. No escuche nada después de eso hasta que la enromes rejas se abrieron ante mi dándome el paso.

Usar tacones fue una mala idea, si me temblaban las piernas ahora estaba que parecía bambi recién nacido.

Camine con la mirada en el suelo hasta llegar frente a la puerta pasando por los escalones de la entrada y antes de tocar la puerta esta se abrió sorprendiéndome.

-Hanna Beth...- la calidez con la que había salido mi nombre de sus labios me hizo suspirar -cambiaste tu cabello- dijo después de unos segundos en los que estuvo mirándome de arriba a abajo, claro había olvidado mencionar el hecho de que mi cabello estaba por arriba de mis hombro y era de un negro profundo.

-Tu sigues igual de guapo que siempre- dije sonriendo por fin.

-¿Cómo... por qué estas...?- su pregunta no fue bien formulada pero lo entendía perfectamente. "¿Por qué carajos estas en mi puta casa y cómo mierda diste conmigo?" lo veía venir.

-Yo... te extrañe y quise verte de nuevo- dije nerviosa intentando no romper en llanto.

-Wow, tu si que eres muy extraña- dijo la voz que me contestó antes por el timbre de la puerta.

-Un gusto volver a verte, Amanda-

-Igualmente, Hanna Beth- hasta ahora me había dado cuenta que llevaba puesta solo una camisa y yo estaba cien por ciento segura que era de él, la camisa de Stephen James. 

Off The Races | Trash | Temporada 1 y 2.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora