♡ drag me over you ♡

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Mi voz se había congelado ante él al no recibir respuesta por su parte. Se había levantado de la cama y se posicionó frente a mi mirándome con superioridad.

— ¿Quién eres?. - logré preguntar después de ver su desnudo torso frente a mis ojos sacándome de quicio. Tal vez mi pregunta era estúpida pero ¿quién me aseguraba que él nombre con el cual se había registrado en el hotel era realmente el suyo?.

Su respuesta había sido solo una sonrisa socarrona y una leve palmada en mi mejilla. Mi rostro tenía una expresión de sorpresa y dolor mezcladas en una. No iba a mentir, mi corazón se había roto un poco al escuchar lo que salió de los labios de este hombre, me tomó desprevenida y me derrumbó por completo. Si antes estaba destruida ahora no sabía lo que era. Dolía, ardía como el maldito infierno en mis venas en este preciso instante.

Mi sangre hervía, no tenía ni la mas mínima idea de porque mierda lo hacia, ¿por qué estoy tan molesta y me cala hasta los huesos a la misma vez?

Jodida, estaba jodida.

Su cuerpo se movió por la habitación dejándome parada ahí con la mirada perdida y los ojos cristalizados. Las lagrimas amenazaban con derramarse nublando mi vista, mis manos y estomago picaban como cuchillos intentando atravesar mi piel caliente.

— Pregunte ¿Quién carajos eres tu?. - hablé nuevamente con un tono mas fuerte pero aun así una lagrima corría por mi mejilla lo cual captó su atención, lo note al ver sus ojos con una chispa extraña y cejas fruncidas.

— Soy el pastor que te sacará del infierno donde estas parada. - contestó de manera seria y calmada. Él sabía que estaba justo en las llamas y decía que quería salvarme, ¿qué clase de mala broma es esta?.

Sin poder evitarlo y ahora con los ojos como grifos, reí levemente hasta que esa sutileza se convirtió en una carcajada que me hizo estremecer. Me asusté de mi propia acción y me cubrí la boca con vergüenza.

— Creo que no eres él único loco en la habitación. - dije sonriendo de lado mientras lo miraba y lo veía acercarse de nuevo.

— Está fuera de quicio, ¿cómo se enamoró?. - dijo mas para si mismo. Sentí su respiración en mi nariz, sin entender a lo que se refería me aparte desconfiada.

— Será mejor que se aleje de mi. - dije firme caminando fuera de la habitación por fin, cuando cerré la puerta detrás de mis pies no lo pensaron dos veces y salí corriendo.

[...]

— ¿Estas bien? pareces alma en pena ahí sentada mirando a la pared desde que llegue. - dijo Charlotte mirándome desde el sofá. Valla descripción que había utilizado, había dado justo en el clavo.

— Es solo que... Phillip... él... ¿te a hablado de Stephen?. - mi mirada se posó en ella mientras veía una sonrisa cálida salir de sus labios formando un corazón.

— Él... a mencionado algo pero como dijiste que te valía una mierda no creo que necesites saber algo de eso. - su sonrisa amable se había convertido en una burlona haciéndome recordar mis propias palabras.

— En realidad... - siguió hablando mientras cualquier pizca de algo positivo desaparecía de su rostro.

— Yo los escuché hablando un día que Stephen fue a la casa de Phillip, ellos hablaban de una amenaza de muerte hacia él de un tal Tony Stewarth, es algo así como un sicario de los barrios bajos, Phillip dijo que lo único que quería era tomar el lugar de Stephen porque sus padres eran socios y que él haría un mejor trabajo. -

Todas sus palabras se había quedado en mi cerebro como una copia exacta de algún archivo en un computador.

—:¿Escuchaste algo mas?. - pregunte con los ojos cristalizados.

¯Si, algo sobre una carta que decía algo sobre tener la debilidad de Stephen en sus manos, si alguien te pregunta yo no dije nada, ¿entendiste?. - me amenazó con su dedo apuntador con el que me mataría si decía alguna palabra.

-Lo prometo...

Off The Races | Trash | Temporada 1 y 2.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora