Mi hombre es malo pero
No puedo rechazar su forma de tomar mi mano,
Y el me agarra, él tiene mi corazón.
No le importa que tenga un pasado en Las Vegas,
No le importa que tenga un camino recorrido en Los Ángeles.
El me ama con cada latido de su cora...
El sonido de la puerta me llamo la atención, arregle mi vestido y tome mi bolso para caminar a la sala con la enormes ganas por ver a Stephen que tenía.
El vestido era aun más hermoso puesto que en la caja, no me años resistido a tomarle unas fotos con ayuda de Orland que se había ofrecido a tomarlas.
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–Al fin llegas...- murmure pero al levantar la mirada me sorprendí a lo que mis ojos vieron. Sin darme cuenta comencé a respirar por la boca y mis labios amenazaban con secarse si no paraba.
–¿Qué haces aquí?- pregunte nerviosa. Mi palpitar estaba aumentando de frecuencia y las ansias de comerme las uñas me perseguían.
–Stephen me mandó por ti, tuvo un asunto que resolver en el camino pero nos encontrará allá- informó de lo más normal. Phillip lucía muy bien con ese traje y reloj de oro, sus zapatos estaban bien pulidos y su cabello bien peinado, llevaba sus anteojos puestos y su celular en mano.
–¿En serio?, no me llamo- argumente segura de mi misma, no dejaría que se será cuenta de que le tenía algo de miedo.
–Puedes marcarle si no me crees aún que no será necesario- contestó con una sonrisa de lado mientras su cuerpo se movía con fluidez hasta la barra para servirse un trago.
–Como sea, iré al baño y después nos vamos- informe sin dejar que me contesta y me moví tranquila hasta que ya no pudiera verme y cuando no lo hizo apresure el paso para ir a la habitación y cerrar la puerta con llave, más vale prevenir y no dejaría que a Philip se le diera la idea que secuestrarme o algo así para que me fuera con él, ademas estaba segura de que volvería a insistir con eso.
Saqué el celular de mi pequeño bolso y llame al único número, aparte del de el departamento de Charlotte, que tenía en mis contactos.
–Nena, ¿pasa algo? Estoy a punto de llegar- dijo su voz cuando atendió el teléfono. Me dirijo al baño para hablar más tranquilamente sin que Phillip me escuche.
–Philip está aquí, me dijo que tu lo habías mandado y te llame para verificarlo.
–Joder...- susurró pero alcance a escucharlo. -Quédate encerrada en la habitación, estoy en el ascensor, no salgas y no cuelgues.
–Esta bien, por favor apúrate, le tome algo de miedo a Phillip- murmure y al escuchar los golpes en la puerta me sobresalte.
–¿Estas bien, Hanna Beth? ¿Por qué cerraste la puerta?- preguntó su voz del otro lado del gran pedazo de madera.
–Esta tocando la puerta- le susurre a Stephen por el micrófono del teléfono -¡Estoy bien, es que el baño no tiene puerta así que cierto esa!- grite para que me escuchara y le suplique a Stephen para que llegara y ore débilmente porque a Phillip no saliera de sus casillas.
–¡Sal ya, Hanna Beth!- gritó y golpeó la puerta aún más fuerte causando un susto de mi parte.
-¡Estoy orinando, joder!- mentí. Rezaba porque Stephen se apresurara y llegara antes de que este hombre intentara algo.
Un sonido estruendoso me sacó de mis pensamientos de un susto, me altere aun mas y no sabia si salir o quedarme en la habitación. Otro disparo se hizo presente y mi miedo creció aun mas de lo que se podía. Mi boca estaba seca y sentía mis labios ardiendo por sequedad.
-Stephen, ¿Que esta pasando?- pregunte al recordad que aun tenia el teléfono pegado a mi oído y la llamada no había terminado.
-No lo sé, no eh sido yo, no salgas por favor.
-No pensaba hacerlo, ¿Crees que fue Phillip?-
-Guarda silencio, niña- Musito en un pequeño grito a través del susurro.
Hice caso, por miedo a que me escucharan mas que por hacerle caso a él.
-¡¿Donde esta, hijo de puta?!- escuche el grito furioso de un hombre, lo que mas me sorprendió fue su acento, ese acento italiano que imposible de no conocer. No tenia idea de quien era esa voz pero estaba segura de que buscaban a Stephen, lo mas raro era que no se hubieran informado de que él no estaba aquí, se supone que estos tipos se enteraban de todo sobre sus victimas, o al menos era lo que yo venia en las películas pero parece que no es así en la vida real.
-¡Se fue, esta con Stephen en el evento del centro!- respondió la voz de Phillip detrás de la puerta, no pude evitar fruncir el ceño por sus palabras y mi confusión subió a otro nivel.
Un extraño ruido surgido del silencioso ambiente que se había formado después de las palabras de Phillip. Fue como un zumbido que apenas logre escuchar, fue muy leve pero mis oídos lo captaron. El sonido del teléfono llamo mi atención, la llamada se había cortado y la puerta fue abierta por una patada la rompió y me espanto.
