Off The Races | Trash | Temporada 1 y 2.

♡'Cause he knows I'm wasted♡

En mi mano sostenía una copa ya medio vacía, había perdido la cuenta de cuantos tragos llevaba ya pero poca importancia le di. no necesitaba saberlo, suficiente era con darme cuenta de que ya estaba lo suficientemente ebria como para hablar con Antonio de una manera demasiado amigable. Él estaba sentado en una silla playera de las que tenía en el patio mientras yo estaba acostada en esta misma, Antonio se encontraba a la altura de mis pies.

— Nunca creí que hablaría contigo de esta manera, es muy entretenido. -

Murmuró con una expresión serena en el rostro mientras miraba la luz azul de la piscina, provocando una pequeña risa nasal en mi.

— Pero una promesa es una promesa, Stephen no cerró el trato conmigo, prometo matarte con delicadeza. -

Me miró en cuento siguió hablando, haciendo que un escalofrío recorriera mi espina dorsal al percatarme de sus palabras y al sentir el tacto de su mano sobre mi mejilla. se levantó del asiento para caminar al interior de su hogar, dejándome detrás sin nada que decir ante ello.

Cuando llegamos a su casa comenzamos a beber inmediatamente, no platicamos de cosas tan personales pero nuestra conversación fue entretenida, aunque la verdad ya había olvidado la mayoría.

Le seguí minutos después, encontrándome con su cuerpo en el bar de la sala de estar, me daba la espalda, se veía rígido y pensativo, y yo que usualmente era demasiado curiosa y bocona, estando ebria no era la excepción.

— ¿De qué hablaste con Amanda?. -

— Lo mismo de siempre, que la quería devuelta, que sus padres no me había escogido a mi para casarme con su hija, las mismas razones estúpidas. -

Habló sin dudar y siendo sincera aquello me había sorprendido bastante pues no esperaba que fuera a decírmelo tan fácilmente.

— ¿Sabes por qué los papás de Amanda querían a Stephen para ella?, siempre me a matado la curiosidad por saberlo. -

Pregunto mientras camino sin prisas a su lado, apoyando mis codos en la barra.

— Porque a él lo nombraron jefe, ese puesto debió haber sido mío desde un principio pero mi padre se lo dio a él pesar que su papá y él eran socios, debió haberse quedado mi padre y después yo, yo soy mayor que él, incluso hacía mas dinero que él pero siempre fue el preferido, solo porque mi madre se fue, Dominique podía ser un hijo de puta de vez en cuando. -

— ¿Dominique, hablas del padrino de Stephen?. -

Pregunto nuevamente un tanto des-concentrada, sacudiendo mi cabeza pues creí haber escuchado mal.

— El padrino de Stephen James, mi padre... si, el mismo. Me dejó como su segunda mano pero pronto ese imbécil de Phillip se interpuso en medio, ese tipo siempre a sido extraño, pero en fin, quedé de lado en mi propia familia, lo único que quiero es justicia, aparte desde el principio Stephen jamás quiso su puesto, lo hizo por obligación, jamás le agrado nada de esto, ahora que te conoció quedó condenado. -

— ¿Condenado por qué?. -

— Antes solo hacía su trabajo por distracción, no le importaba herir a unos cuantos, nunca había querido algo tanto como a ti, quería protegerte pero solo lo empeoró mas... pensándolo bien, le daré una última oportunidad, mas bien nos la daré, la oportunidad será para todos nosotros. -

Su cuerpo se alejó de mi como solía hacer, mas tarde volvió para llevarme a una habitación de invitados dejándome dormir ahí. En cuanto se fue me quite el vestido y los tacones, me quedé en ropa interior y me metí bajo las sabanas, estaba tan borracha que en cuanto toque la almohada abracé a Morfeo, quedando dormida al instante.

Podía ver entre sueños aquellos tatuajes, sus ojos claros mirándome detenidamente, incluso podía sentir su tacto en mi piel, su respiración caliente, le deseaba tanto conmigo, abrazándome, besándome, pero solo debía conformarme con un sueño, mi muerte sería el último suspiro que le dedicaría.