Nuestra Verdad [tATu]

Capítulo 1

La primera reacción de Lena Katina ante la idea de su mánager de reunirse con su ex compañera de tATu, para promocionar juntas la reedición del primer disco del grupo, fue de negación. Le estaba costando más de lo que deseaba el abrirse camino como cantante solista, y no le parecía positivo volver a mostrarse al público como parte de tATu. Lena quería cerrar ya ese capítulo de su vida. Yulia Volkova había tenido pensamientos parecidos cuando le hicieron la misma sugerencia.

Pero sus respectivos mánagers se dedicaron a persuadirlas durante días, alegando que sería una oportunidad estupenda para promocionar sus carreras en solitario y ambas acabaron claudicando. El disco se lanzaba al mercado a mediados de noviembre de 2012, y a principios de diciembre, Yulia y Lena se reunirían para ensayar la actuación en vivo que tendrían en Rumania. Decidieron cantar dos de sus hits más famosos, la mítica "all the things she said" y la potente "all about us".

Yulia no se sentía del todo segura de aceptar la invitación del programa rumano "la Voz", porque precisamente, su voz no estaba en el mejor momento. La habían operado recientemente de las cuerdas vocales, y todavía se encontraba en proceso de recuperación. Sin embargo, acabó decidiéndose, animada por su mánager.

***

Hay cosas que nunca cambian, pensó Lena Katina cuando vio a Yulia Volkova acceder al plató de "la Voz". Como casi siempre, llegaba unos minutos tarde.

―Hola a todos y perdón por el retraso, el tráfico desde mi hotel estaba fatal ―se excusó la morena. Entonces sus ojos dieron con Lena. Hacía meses que no la veía ni hablaba con ella―. Hola Lena ―saludó con una sonrisa discreta. Se acercó a darle dos besos en la mejilla, que le fueron devueltos con la misma indiferencia.

―Hola Yulia ―replicó la pelirroja sin demasiada emoción―, ¿cómo estás?

―Bien, ¿y tú?

―Muy bien, no me puedo quejar.

Un silencio incómodo se apoderó de ellas, roto por la oportuna intervención de un técnico del plató.

―Señoritas, pueden empezar con el ensayo cuando quieran, está todo listo.

El reencuentro había sido frío, muy frío. Pero, ¿cómo iba a ser si no? Llevaban mucho tiempo sin saber la una de la otra, ya ni siquiera se sentían amigas, tan sólo conocidas con un pasado en común. El resto del tiempo lo pasaron ensayando, y si hablaban era para hacer comentarios en referencia a la futura actuación. Aunque no faltaron las emociones que aquellas canciones les arrancaron. Tuvieron que parar en dos ocasiones porque a Yulia se le saltaron las lágrimas. Eran demasiados los recuerdos que le traían aquellas melodías y aquellas letras. Por su parte, Lena mantuvo mejor la compostura, cosa habitual en ella, que siempre ocultaba mejor sus emociones.

―Supongo que el martes no tendremos beso a mitad de "all the things she said" ―dijo un chico joven del equipo del programa. Sólo pretendía hacer una broma, pero nadie se rió. Lena y Yulia apenas esbozaron una leve sonrisa.

¿Besarse?, si ya ni siquiera se abrazaban después de meses sin verse, a menos que hubiera una cámara delante. Con un escueto "hola, ¿cómo estás?" les había bastado. Aquellos gestos de cariño entre las dos se habían esfumado. Cuando llegase el martes, tendrían que fingir, para que el público estuviese contento y para que no empezasen otra vez a circular los rumores de problemas ente ambas, uno de los motivos favoritos de la gente para justificar el final del dúo tATu. Las dos, de acuerdo con sus mánagers, decidieron que cogerse a ratos de la mano y darse algún abrazo sería suficiente.

Cuando el ensayo se dio por finalizado, las dos chicas se dirigieron a sus camerinos para cambiarse. De camino, Yulia miraba a Lena, tan segura de sí misma y tan independiente, y se daba cuenta de lo mucho que había cambiado desde aquel día en que todavía soñaban con alcanzar el éxito de la mano de Iván Shapovalov.