Capítulo 8

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2012

Cuando Yulia llegó a su casa, Tanya ya se había marchado. Oleg Volkov y Larissa, su esposa, se habían quedado al cuidado de los niños. La morena entró en el salón y encontró a sus padres viendo la televisión junto a los pequeños.

―¡Hola mamá! ―saludó Vika al verla―, ¿cómo fue tu cita?

―Hola, mi amor... ―Sus padres la miraron con curiosidad― Bien, fue bien.

Después de asegurarse de que los niños estaban entretenidos con una película, sus padres la abordaron.

―¿Estás viéndote con alguien? ―preguntó Larissa.

―No, mamá... bueno ―Entonces recordó a Andrey―, sí, pero no es nada serio.

―Pues traes una cara de felicidad bastante apreciable ―añadió Oleg con una sonrisa.

―Sólo quedé con una buena amiga, papá.

―¿Con Mona? ―indagó Oleg.

―No, otra... ―replicó Yulia mientras sacaba el móvil del bolso.

―¿Otra amiga, o amiga amiga? ―La morena la miró con el ceño fruncido― Ya me entiendes, hija. ―No quería ser más explícita por si sus nietos la escuchaban.

―¿Quieres saber si me he citado con una amante? ―Larissa asintió― No, sólo amiga «de momento sólo amiga ―añadió mentalmente.»

La curiosidad de sus padres se debía a que hacía tiempo que no la veían con ese brillo en la mirada. Pero Yulia prefirió no contarles nada todavía acerca de su encuentro con Lena Katina. Ellos conocían toda su historia y sabía que los preocuparía. Primero necesitaba descubrir si lo que ella había sentido esa tarde en compañía de la pelirroja era algo mutuo y si podía llegar a ser algo más en el futuro.

Tal como le prometió, llamó a Mona después de cenar. Su amiga se alegró mucho por ella cuando le contó lo bien que había ido la cita, y le volvió a desear suerte, esta vez para su viaje a Ucrania. Era la oportunidad perfecta para comprobar si su percepción de las cosas era correcta o se había dejado llevar por la emoción. Antes de coger el sueño, recibió una llamada de Andrey Smirnov, quería quedar con ella, pero Yulia le dio largas con la excusa del viaje.

***

2013

El día tres de enero del nuevo año empezó temprano para las ex componentes de tATu. Por la mañana se encontraron en el aeropuerto junto a sus asistentes y mánagers, para tomar el vuelo hasta Kiev (Ucrania). En esta ocasión, Sash no acompañó a su novia y Volkova se alegró de ello. Antes de subir al avión, tuvieron tiempo para desayunar y mirar algunas tiendas de la terminal. Yulia se dirigió a un kiosco para mirar la prensa del día.

―¡Qué bonita forma de empezar el año! ―exclamó la morena desde los estantes del kiosco.

Lena sintió curiosidad y se acercó. Cuando llegó hasta ella descubrió el motivo de sus palabras. Yulia sostenía en las manos un ejemplar de la edición rusa de la revista Maxim. En el número de enero, Lena Katina protagonizaba la portada y un extenso reportaje fotográfico en el interior.

―¿Quieres que te la firme? ―preguntó Lena con seguridad.

―¡Sí, por favor! ―dijo Yulia siguiendo con el juego― ¿Puedes dedicármela poniendo "para Yulia, con amor"? ―preguntó entre risas mientras pagaba al dueño del local.

―Chicas, vamos, hay que embarcar ya ―avisó Masha Petrova a cierta distancia.

Yulia y Lena retomaron sus pasos para volver con el grupo. De camino, varias chicas las reconocieron y se acercaron a ellas pidiendo fotos y autógrafos, y las atendieron con una sonrisa amable, a pesar del cansancio por haber madrugado. No les suponía un gran esfuerzo y para las muchachas sería un bonito recuerdo. Después se dirigieron hacia la puerta de embarque. Mientras caminaba, Yulia hojeaba con atención las páginas de la revista. Lena iba a su lado. Le gustaba comprobar que Yulia la seguía deseando pero le resultaba un poco incómodo que estudiase de esa forma sus fotos con ella presente, sintió apuro.

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