—Ven, pasa por aquÃ, ponte cómoda o da una vuelta por donde quieras, voy a preparar unas copas.
—Vale.
Me senté en el sofá, no sabÃa muy bien qué posición tomar, cruzaba las piernas, me recostaba, hasta que al final opté por levantarme.
Di una vuelta por la casa, era impresionante, no sabÃa en qué trabaja ni a qué se dedicaba pero sà se veÃa que tenÃa mucho dinero y buen gusto.
Llegué a la zona del garaje y me quedé admirando los coches que guardaba.
Sobretodo el Ferrari amarillo.
—Wow, qué preciosidad.
Me acerqué para mirarlo de cerca, era increÃble, todos eran coches deportivos, habÃa monos de carreras y cascos por todos lados.
—No imaginé que fuera corredor —sonreÃ.
Me gusta la adrenalina, me gusta la sensación de libertad de conducir un coche de esas caracterÃsticas, me gusta sentir la potencia rugir y sentir el cuero contra mi piel, podÃa entender por qué se dedicaba a eso.
Lo sentà detrás de mÃ, sus manos frÃas recorrÃan mis muslos para retirar mi vestido, un escalofrÃo me sacudió, eran como de hielo y contrastaban con el calor que desprendÃa su cuerpo.
Besó mis labios, tenÃa un ligero sabor a alcohol, estaba nervioso, lo notaba en su respiración.
Sentà vibrar su móvil en el bolsillo de su pantalón.
—Lo siento, he de cogerlo, pero ve a mi habitación, creo que ya sabes el camino —sonrió.
— ¿Me devuelves mi vestido?
—No, esto es para mÃ, de momento.
Aún no me acostumbraba a no sentir pudor. Siempre he sido muy vergonzosa, no me gusta mostrar mi cuerpo. De hecho, jamás he usado bikini. No sé por qué, pero con él iba a tener que ir olvidando esa inhibición.
Llegué hasta su dormitorio, habÃa dejado mis zapatos por ahÃ, asà que no hice ruido al entrar; me volvà a mirarle: era tan sexy, no podÃa evitarlo, era su naturaleza incluso cuando lo hacÃa inconscientemente.
SeguÃa hablando por teléfono pero me hizo un gesto para pasar.
Me quedé mirándolo, creo que no vi bien ese tatuaje que asomaba por encima de su ropa interior.
SeguÃa sin entender cuál era el efecto que causaba en mÃ, era como una fuerza que no me dejaba pensar con claridad, lo único que podÃa hacer era admirarlo y desearlo.
DebÃa poner freno a esto, era algo que me atrapaba, que me hacÃa no ser yo misma, pero a la vez me daba la sensación de estar viva.
Ya habÃa estado enamorada antes y esto no se parecÃa en nada, esto era algo fÃsico, algo incontrolable, algo que me sobrepasaba, debÃa plantearme qué es lo que querÃa de esta "relación".
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Como Si Te Conociera ©
RomanceMi mundo se caia a pedazos no habia luz en mi oscuridad. El destino me sorprendió poniendote en mi camino ¿Era una coincidencia? En un mundo de mentiras,engaños e ilegalidad. ¿Puede nacer el amor? Él, es el rostro de un amor prohibido...