Cap. 28: El comienzo de una rivalidad.

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El día de la boda llegó, estaba nerviosa aunque tenía la ropa preparada no había comenzado a vestirme, me miraba al espejo y no podía decidirme con el peinado, ni con el maquillaje.

— ¡Esto es un desastre!

Llamaron a la puerta.

— ¿Aun así?

—Lo siento Matt, ya termino.

—Estas tan nerviosa...ni que fueras la novia. —se burló.

—No, no lo soy pero quiero que sea perfecto, las fotos de hoy serán nuestros primeros recuerdos juntos y quiero que sean preciosas.

—Tú ya eres preciosa, no te hace falta tanto de esto —señaló todo el maquillaje esparcido por el baño —. Eres perfecta así natural.

—Matt, te adoro, lo sabes ¿verdad?—sonreí y lo besé —. Cinco minutos y listo ¿vale?

Cuando estuve lista salí y nos fuimos a la boda, allí estaban todos incluido John al que hacía semanas que no veía, al verme llegar agarrada de Matt sonrió como dándome su aprobación y eso me hizo feliz.

La ceremonia fue preciosa y ver a Gabriel con esa amplia sonrisa nos hacía ver que al fin había encontrado a su alma gemela, por mucho que se hubiera empeñado en no buscarla.

Había elegido una pequeña capilla, sencilla a la vez que bella, esto hacía que la ceremonia fuera intima lo que contrastaba con el resto de lo que vendría después, pues el convite sería algo por todo lo alto en uno de los hoteles más lujosos de la ciudad.

Había elegido una pequeña capilla, sencilla a la vez que bella, esto hacía que la ceremonia fuera intima lo que contrastaba con el resto de lo que vendría después, pues el convite sería algo por todo lo alto en uno de los hoteles más lujosos de la...

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Ella era preciosa y parecía simpática.

—Aria. —Gabriel llamó mi atención.

—Oh, Gabriel enhorabuena, ha sido precioso.

—Gracias, quería pedirte un favor personal.

—Claro, dime.

—Podrías ser tú la que cante la canción...

—Por supuesto, será un honor para mí.

—Muchas gracias, queríamos que fuera algo especial y sé que tú lo harás con mucho cariño. —me tendió la partitura.

—Lo haré, gracias por confiarme esto, no te defraudaré.

—Lo sé. —besó mi mejilla.

¿Dónde había quedado ese Gabriel altivo e imponente que era antes?

A veces no entendemos como el amor es capaz de transformar a las personas, este sentimiento hace seamos capaces de cualquier cosa por mantenerlo y yo me sentía feliz de que lo hubiera encontrado.

Subí al escenario, hablé con los músicos, Matt me miraba sin saber muy bien lo que hacía, le hice un guiño y cogí el micrófono.

—Hola, buenas noches, quería dar las gracias a los novios por confiar en mí, haré que vuestro baile sea inolvidable, os deseo que seáis felices para siempre.

Como Si Te Conociera ©  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora