Mi mundo se caia a pedazos
no habia luz en mi oscuridad.
El destino me sorprendió
poniendote en mi camino
¿Era una coincidencia?
En un mundo de mentiras,engaños e ilegalidad.
¿Puede nacer el amor?
Él, es el rostro de un amor prohibido...
Llamé a Luke para contarle lo que había pasado con Kevin y le pareció una buena idea.
Había pasado de no tener nada a tener a dos personas en las que apoyarme y luchar juntas, parecía que la promesa que le hice a Nick iba a poder cumplirla.
Unos días después salí con Luke a cenar, lo que se suponía que era solo una cena para mi: sin saber que había aceptado una cita, no estaba preparada para algo así. Mí corazón no estaba preparado y mi mente era incapaz de dejar de pensar en Daril, al menos eso es lo que creía.
Ese fin de semana no tenía nada planeado, no me apetecía hacer nada, ni siquiera había reservado sitio para mi sesión de micro abierto.
Solo quería evadirme, no sentir nada, dejar de lado los problemas, por un momento deseé volver a ser niña.
Una niña a la que solo le importaba cantar, disfrazarse y jugar a ser mayor.
Cerré mis ojos e imaginé a Nick a mi lado.
Sacudí la cabeza y me fui a entrenar un rato, el agua siempre me ayudaba a despejarme.
Nadé un buen rato, era muy tarde y no había nadie. Disfruté de mi soledad, del silencio y del sonido que tanto me relajaba.
Pude ver a dos personas al fondo de la piscina que hablaban, me pareció reconocer Matt.
Mi cuerpo se tensó, se paralizó y noté un dolor intenso en la pierna, tan fuerte que apenas me dejó moverme, cuanto más intentaba relajarme para poder mantenerme a flote más me dolía y menos conseguía respirar.
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Maldito calambre muscular, no podía llegar al borde.
Alguien me agarró cuando ya mis fuerzas apenas resistían y me ayudó a llegar a la parte más baja de la piscina. Por unos segundos odié esa sensación de ahogo que estaba arrastrándome hacia la oscuridad y sentí un miedo horrible.
—Aria, Aria, ¡despierta!
Esa voz me era familiar, sentí que alguien tiraba de mí, el dolor casi había desaparecido, y esa extraña sensación de no saber en qué lugar te encuentras hasta que abres los ojos compruebas si es realidad o un sueño.
Estaba oscuro pero sentí que conocía a la persona que me abrazaba. Aún estaba en shock pero me sentí bien.
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