- Hey chicos, entren y siéntense cómodos – susurró amable el teñido de negro haciendo pasar a la pareja.
- Gracias Mikey – agradeció el rubio mirando al teñido con una sonrisa, sonrojándolo.
La morena al ver la escena, se separó del rubio, metiendo la excusa de querer ir al baño, agarrando con firmeza su bolso y dejando entre abierta la puerta, para poder tener una vista al salón principal.
El teñido estaba en el regazo del rubio, sonriéndole con picardía, y para variar, su novio sujetaba su delgada cintura con sus grandes manos.
-Y la reina horrible ataca nuevamente – bufó asqueada la pelinegra, viendo a los amantes desde la lejanía.
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