Estoy en la cocina, de pie frente a la máquina que enseguida comienza a escanear mi cuerpo. Después de reconocer que soy yo me da una tarjeta donde viene cual será mi desayuno de hoy. Es algo tedioso que una máquina te diga que es lo que debes comer, pero según el gobierno es la única manera de mantener a la población sana.
Me dispongo a preparar lo que se me indica, intentando mantenerme lo más alejada posible de aquella máquina, su aspecto es algo extraño y puedo prometer que me esta vigilando a causa de las cámaras diminutas que la rodean.Estoy por terminar de cocinar cuando veo a mi madre parada en el umbral de la puerta.
-Buenos días mamá.
-Hola cariño, ¿cómo estas?- pregunta ella.
-Bien y ¿tú?- respondo siguiendo las normas.
En realidad a veces me molesta preguntar a las personas como están, una parte de mí muy oculta se pregunta por qué es necesario, pero debo callar mis pensamientos ya que como mis padres dicen tengo que ser cuidadosa a la hora de hablar, no es conveniente llamar la atención del gobierno.
-Bien gracias Elizabeth- contesta ella de la misma manera. Mi familia es la única que me llama así, la mayoría me dice por mi primer nombre que es Bella.
-¿Estás bien?- pregunta mi hermano.
-Sí, estoy bien- menciono mientras continuo envuelta en mis pensamientos.
-Si claro por eso no tiraste tu cereal- dice con sarcasmo mientras ríe.
-Espera ¡¿qué?!- exclamo al mismo tiempo que miro el suelo y en efecto sin darme cuenta acabo de tirar mi desayuno al piso, por suerte mi madre ya ha salido de la cocina y mi hermana Dana no está. Regreso la mirada a mi hermano y veo que él se sigue riendo, lo cual me molesta.
-¡Robert, guarda silencio y mejor ven a ayudarme!- le grito enfadada mientras lo amenazo con la cuchara en parte en broma aunque también con coraje. No me gusta que se rían de mi y menos él.
-Ya, ya tranquila- implora mientras levanta sus manos en señal de rendición.
Juntos limpiamos la mesa y el suelo. Mi hermano es para mí, uno de mis mejores amigos, quizá en parte se deba a que somos mellizos, pero también es cierto que la mayoría de las veces me ayuda cuando estoy en problemas y yo a él.
Después de eso y de terminar cada uno nuestro desayuno, esperamos a nuestro padre para que nos lleve a clases.
Mientras conduce comienza a llover, de manera que comienza a disminuir la velocidad ya que no quiere sufrir ningún accidente, afortunadamente ya falta poco para llegar.
-¡Listo, aquí estamos!- exclama.
-Gracias, te queremos.
Apenas bajo del auto dos chicas con sombrillas corren hacia mí lo que me lleva a recordar que olvide la mía en casa, lo bueno es que al menos traigo una chamarra negra con gorro.
Camino lentamente hacia la entrada, ignorando a las jóvenes que corren en mi dirección.
-¡Bella!- grita una de ellas, que al parecer es de tez blanca y cabello rubio, pero no logro distinguir su rostro debido a la lluvia.
-¡Bella, vamos apúrate por favor!- clama la otra chica que de igual manera es de tez blanca pero de cabello castaño, al irme aproximando hacia ellas las reconozco.
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CM6 (Pausada)
Science FictionElizabeth Scott vive en un mundo que se encuentra en guerra. Varios países se unieron para crear una sociedad nueva protegida de las amenazas. La vida ahí es estricta pero mejor de lo que se vive fuera de ella. El gobierno cuenta con ciertas salas l...