Capítulo 7.

40 7 3
                                    

Al despertar sigo en el mismo cuarto pero por lo que noto ya no estoy atada a la silla ni mojada pero lo que sí logro percibir es el horrible dolor de cabeza que tengo.

Decido levantarme pero al intentarlo me doy cuenta de que no podre hacerlo ya que mi cuerpo no para de temblar.

Finalmente decido que lo mejor para mí es descansar.
Cierro los ojos y el mundo se apaga para mí.

Cuando vuelvo a despertarme el dolor en mi cuerpo ya no es tan potente, todavía tiemblo un poco pero aún así puedo pararme.

Lentamente camino hasta la entrada, respiro profundamente para después salir al exterior.
Antes de ir al aula decido ir al baño para peinarme ya que mi cabello esta suelto y no amarrado en mi habitual coleta.

Al llegar me miro al espejo y me arrepiento al instante mi cabello castaño es un desastre esta demasiado enredado, mi piel blanca luce mucho más pálida de lo normal, mis ojos azules oscuros lucen algo apagados y debajo de ellos hay ojeras. Lentamente lavo mi rostro y arreglo mi cabello con la esperanza de que eso me haga lucir mejor, no soy de las chicas a las que les agrada maquillarse por lo cual lo evito siempre que puedo.

Al terminar miro mi reloj y me doy cuenta de que estuve sólo tres horas en la sala, saco mi horario y me dirigo a clase de ciencias.

Normalmente después del castigo debes continuar con tus clases sólo se les permite faltar a los que pasan por las salas "CM5" y "CM6".
Hace tres meses un chico intento entrar sin autorización a la sala "CM6 " para tratar de descubrir cual era el misterio que se esconde detrás de esas puertas pero fue descubierto antes de poder entrar e imediatamente fue llevado a la sala "CM5 ",no lo volvimos a ver hasta dentro de tres días y ya no era el mismo,en clase no hablaba con nadie, sus amigos se alejaron de él afirman que él mismo les pidió que ya no le hablaran, en ocasiones cuando lo he visto por la cafetería veo que él desvía la mirada hacia algún sitio y comienza a temblar hasta el grado de desmayarse.

Gracias a Dios mi castigo fueron sólo descargas eléctricas, dolorosas pero al menos sigo estable.

Al entrar al salón me siento con mucha dificultad ya que sigo temblando mis amigos que se encuentran en el aula se dan cuenta y veo como Max se levanta para ayudarme pero rápidamente niego con mi cabeza a lo que él no muy convencido se vuelve a sentar. Al instante noto que algo va mal sigo sin ver a Ximena, Sofía, Taylor, Jade y Liam por ninguna parte supongo que siguen en la sala "CM3".

Las clases continúan con normalidad la mayoría de mis compañeros me miran con curiosidad como si con la mirada pudieran descubrir que es lo que me han hecho, trato de ignorarlos y seguir con lo mío.

Al sonar el timbre salimos de manera ordenada, saco mi móvil el cual es un rectángulo transparente, ligero y flexible en el cual miro un mensaje de Robert.

"Elizabeth salí temprano, perdón por agarrar el auto pero este le prometí a Anne llevarla a ver a su mamá al hospital. Llame a mamá y ella estuvo de acuerdo.
Te veo al rato en casa.

P.D. No te enfades".

Termino de leer el mensaje y en realidad no estoy enojada el auto es de los dos por lo tanto el puede usarlo cuando lo requiera además estoy adolorida como para pelear con él.

—¡Bella!— grita una voz, volteo hacia atrás para ver a un chico de tez casi blanca, alto y con ojos púrpuras ese último dato hace que siempre logre reconocerlo entre las multitudes, Gerardo heredó los ojos de su madre.

Recuerdo que la primera vez que lo vi fue en la primaria.
Aquel niño de deslumbrantes ojos púrpuras generaba gran curiosidad en mí así que seguí observándolo las primeras semanas de clase hasta que un día él se percató de que lo observaba a menudo y decidió preguntarme el motivo yo apenada no tuve más remedio que confesarle mi curiosidad a lo que él sólo sonrió y me dijo:
"Me agradan mis ojos, pero tengo una duda respecto a los tuyos ¿son negros o azul marino?".
Esa vez yo no sabía que responder en ese momento, en realidad nadie jamás me había preguntado eso a lo que respondí lo que escuche decir alguna vez a mi abuela.
"Son negros por mi papá y azules por mi mamá soy una mezcla de los dos".
Desde ese peculiar momento Gerardo y yo somos amigos.

Rápidamente camino hacia él intentando ocultar el dolor que me supone hacerlo justo cuando creo que logré engañarlo una mueca en su rostro me revela la verdad. Y veo que corre hacia mí asustado.

—Bella ¿qué te han hecho?— dice y noto preocupación en su tono de voz.

Dirigo mi mirada al suelo antes de responder sólo dos palabras que me recuerdan mi castigo de hoy aunque en fondo sé que soy afortunada debido a que gracias a Dios no pase por la sala "CM5 ".

—Descargas eléctricas.

—Lo lamento mucho Bella, ya no lo soporto más esto no es lo que prometieron odio al...— No termina esa frase debido a que decidí taparle la boca antes de que continuará estamos en el patio delantero de la escuela y hay miles de cámaras en el lugar por lo cual no sería bueno que grabarán a Gerardo insultando al gobierno, lo único qie provocaría es que lo mandaran al mismo lugar al que visite hoy.

Después de retirar mi mano él me mira apenado.

—Perdón no pensé lo que decía, este la verdad estoy molesto.

—Yo igual pero gritando en contra del gobierno no nos ayudará al contrario nos mandaran al mismo sitio del que acabo de salir y para ser sincera no tengo ganas de volver ahí.

—En eso te doy la razon— Iba a responder algo cuando veo un auto rojo dirigirse hacia nosotros.

En eso un mensaje llega a mi celular.

"Bella ¿qué hacen Gerardo y tú conversando a media calle?
-Max".

Justo en ese momento el auto llega hacia nosotros y veo a un Max molesto detrás del volante, miro como baja de su auto para después dirigirse hacia nosotros.

—¿Chicos que hacen aquí?— dice preocupado.

—Conversando— exclama Gerardo como si fuera lo más obvio.

—¿A media calle? ¿se sienten bien acaso?— murmura cautelosamente para no armar un alboroto y reciba un viaje a alguna sala "CM".

—Sí y perdón no nos dinos cuenta, de todos modos ya me iba a casa— aclaro.

—Y ¿tu auto?—me pregunta.

—Oh, Robert se lo llevo, pero no hay problema tomare el tren-. afirmo.

—Puedo llevarte— ofrece.

—Oh no gracias no quisiera molestarte.

—Por Dios Bella déjame llevarte, se te nota cansada aparte estas temblando— afirma,dirigo mi mirada hacia mi cuerpo y en efecto estoy temblando.

—Está bien iré, gracias.

Subo al auto lentamente por culpa del dolor de mi cuerpo sin embargo noto que seguimos en la escuela.

—¿A quién esperamos?— pregunto.

—Oh a Gisell le avise que te acompañariamos a casa y dijo que también vendría.

Muevo mi cabeza en señal de afirmación.

En eso veo a una Gisell muy agitada corriendo con una pila de libros corriendo hacia el auto, pero no llega a su destino ya que un hombre la detiene.

******************************
☆Gracias Por Leer. ☆
Hasta el próximo capítulo.

Con cariño Sophie♡.

CM6 (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora