Nada es como lo esperado

2.4K 135 72
                                    


Por fin había llegado el día que tanto esperó. Ver a Castiel en su primer año de Hogwarts nervioso por tener que subir al taburete y que el sombrero le seleccione una casa. Dean esperaba que quedara en Gryffindor, estarían en la misma casa, tendría su agradable compañía y podría protegerlo todo el tiempo. Como hacía desde hace años.

Sus padres conocían a los de Castiel y básicamente se criaron juntos. Se llevaban por un año y por alguna razón en Dean nació una protección hacia él, lo encontraba una persona tan noble, tan leal, que amaba y valoraba cada ser vivo, que así sólo le daban ganas de protegerlo. Y eso hizo. Varias veces inició discusiones a su corta edad de 8 años contra niños que comenzaban a molestar a Castiel solo porque en vez de andar jugando podía pasar gran parte del día estando con animales o simplemente mirando el paisaje.

Sus vacaciones las pasaron juntos pero no solo ellos dos, siempre estaba el hermano mayor de Castiel que tenía la misma edad de Dean. Y el pequeño hermano de Dean, que tenía la edad de Castiel, era extraño pero tierno que la diferencia de edad que tenía sea de unos meses y fue un gran alivio para Dean que en su primer año en el colegio supiera que Cas no se quedaría solo. Porque estaría Sam junto a él.

Gran parte de su tiempo, cuando si lograba estar a solas con Cas, este comenzaba a preguntarle cómo era el colegio, que qué tal eran los profesores y estudiantes, comenzaba a preguntar incluso sobre las clases y Dean solo le respondía con la mejor disposición. Aunque le era raro que no le preguntara esas cosas a Gabriel, si iban en el mismo año.

Y ahora Castiel por fin estaba en el colegio, Dean había notado en él tantas ganas de estar ahí y que se viera tan nervioso porque él junto al resto de primero eran el centro de atención en el Gran Salón le era cómico, pero condenadamente tierno viniendo de su amigo. Cuando iban en el expreso hacia el colegio se había llevado a Castiel con él hacia un vagón, poco después llegó su hermano alegando que lo dejaron solo pero no le importó, porque tan rápido como llegó se quedó dormido al lado de ellos. Sammy apenas había dormido la noche anterior por la emoción.

Luego tuvieron que separarse porque los de primero debían ir en botes hacia el colegio, le hubiera encantado ver la cara de Castiel en ese momento pero para su desgracia no fue así. No lo volvió a ver hasta ahora, cuando entraron por la gran puerta caminando por el pasillo del salón.

Castiel miraba por la mesa donde todos usaban el color dorado y escarlata, los que vio en la corbata que usó Dean, lo estaba buscando a él y cuando lo hizo recibió una sonrisa que logró que sus nervios se aplacaran un poco.

Frente a los de primero y la mesa de los profesores había un taburete que encima tenía un sombrero, se veía demasiado viejo, pero Dean ya le había explicado lo que hacía. Sería puesto sobre su cabeza y seleccionaría la casa con la que era más afín. Pero hubo algo que no sabía que sucedería, el sombrero comenzó a moverse, una rasgadura cerca del borde se abrió y comenzó a cantar.

Una sonrisa se formó en sus labios y giró el rostro para volver a ver a Dean, de seguro no le dijo eso para que se llevara una sorpresa. Pero al notar que la profesora McGonagall lo miraba volvió a ponerse serio y prestó total atención al sombrero.

Puedes pertenecer a Gryffindor,
Donde habitan los valientes.
Su osadía, temple y caballerosidad
Ponen aparte a los de Gryffindor.

Esa era la casa de Dean, él era así, valiente, osado y llegaba a ser imprudente algunas veces. El sombrero no se equivocó al escogerlo. O eso pensaba Castiel, por lo mismo comenzó a tener temor de a qué casa lo mandaría.. Quizás y no quedaba en la misma casa que Dean, como tanto estaba deseando. Porque sus aptitudes eran muy diferentes.

¿Qué sientes por mí?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora