Torneo de los Tres Magos

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Al final las vacaciones de verano tuvieron una pequeña diferencia de cómo eran en clases. Dean iba siempre en busca de Castiel, cuando no estaba con su novia, y todo iba bien hasta que nombraba a Amara y Cas inventaba alguna excusa para irse.

No quiso contestar nada referente a Amara y tampoco le quiso contar porqué comenzó a no responder sus cartas y a ignorarlo más en el colegio, ni el porqué salió corriendo de la Sala Común una vez. No quiso contarle nada de eso. Y Dean no entendía por qué.

Pronto los días de vacaciones acabaron y el primero de Septiembre regresó. Lo que significaba solo una cosa: El regreso de las clases.

Como todos los años, con excepción del primero, el regreso a clases en el expreso de Hogwarts lo hizo en compañía de sus amigos. Estaban Charlie, Sam, Kevin y Garth. Gabriel y Ash también quería ir con ellos pero no quedaba espacio dentro y decidieron ir a molestar por ahí.

Lo único malo del primer día de clases era tener que cantar el himno de Hogwarts, de verdad que odiaba eso. De recordarlo le parecía tan aburrido.

Luego del viaje en el carruaje hacia Hogwarts, Cas y los demás caminaron hacia el Gran Comedor, separándose por tener que sentarse con el resto de los de su casa para que los alumnos nuevos supieran con quienes debían ir a sentarse.

A los minutos las puertas del Gran Salón se abrieron dejando ver a la Profesora McGonagall seguida de todos los nuevos estudiantes que debían ser seleccionados. Castiel dio una media sonrisa, recordaba el día en que el tuvo que pasar por ello, estavo nervioso igual que los recién llegado.

Al igual que siempre el Sombrero Seleccionador comenzó a cantar una canción, diferente cada año, y luego prosiguió a seleccionar a los de primero. Uno a uno fueron pasando y cuando por fin acabó, el Director se levantó de su asiento extendiendo sus brazos.

–Solo tengo dos palabras que decir –Los miró a todos con una sonrisa en rostro– ¡A comer!

Era lo mejor que podía haber dicho y comenzó a comer al instante, estaba hambriento luego de un viaje tan largo. Lo mejor fue que la comida estaba realmente deliciosa y lo que más atacó fueron unas alitas de pollo que había. Seguido de pastel de chocolate.

Mientras comía hablaba con el resto de los de Hufflepuff comentando algunas cosas que hicieron en vacaciones o que les hubiera gustado hacer en ese tiempo. Todo era muy entretenido.

Cuando ya desaparecieron los postres dejando los platos de oro completamente limpios, Albus Dumbledore se levantó de su asiento. Haciendo que con su sola presencia toda charla terminara y el Gran Comedor quedara en completo silencio, todos en espera de qué diría.

–¡Muy bien! –Dijo con una gran sonrisa– Ahora que todos hemos comido y bebido, tengo unos anuncios que hacerles:
–Primero que todo recordarles que el bosque que está dentro de los terrenos del castillo está prohibido para todo estudiante. Otro tanto que ocurre con el pueblo de Hogsmeade para los alumnos de primer y segundo año.
–Es también doloroso anunciar que este curso no se celebrará la Copa de Quidditch.

–¿Qué? –Exclamó Dean, llevándose la atención de la mayoría de los presentes.

Era bien sabido que Dean era el buscador y líder del equipo de Gryffindor, como también que el Quidditch era una de las cosas más importantes para él dentro del colegio. Le parecía un insulto lo que acababan de anunciar. No quería que se cancelara la Copa de Quidditch ¿Qué podía ser más importante?

Castiel lo miraba desde su puesto y cuando la vista de Dean se conectó con la de él desvió su mirar hacia el director que parecía no inmutarse con la interrupción de su alumno.

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