¿Qué sientes por mí?

Sentimientos

Se veían. No se hablaban. Quizás y a veces algún tipo de gesto por parte de uno de ellos. Pero más nada. En el tiempo de colegio eran casi desconocidos.

Pero cuando regresaban a casa por vacaciones volvían a juntarse, nuevamente hablaban y sonreían, comentaban cosas que les sucedieron y era como si nada nunca hubiera pasado. Como si fueran los mejores amigos de toda la vida hasta que regresaban al colegio una vez más.

Con la diferencia que luego comenzaron a mandarse cartas, o se veían a solas en algún lugar del castillo.

Y de esa manera así pasaron los años. Cada uno la mayor parte de las veces lejos del otro, ambos con razones diferentes y no eran capaz de decir cómo se sentían, o que extrañaban a veces su compañía. Haciendo que pensaran que uno no era importante para el otro.

Lástima que no duró demasiado tiempo, porque Cas dejó de responder todo lo que le mandaba. A finales del sexto año Dean comenzó a salir formalmente con una mujer y Castiel lo supo de la peor manera.

Un día iba solo caminando por los pasillos del castillo en dirección a la biblioteca, estaba casi por llegar y al doblar por uno de los corredores vio a Dean abrazando a una chica y besándola como si la vida se le fuera en ello.

Al verlo sintió un dolor emocional muy grande, incluso ganas de querer llorar, no le gustó para nada ver eso y solo atinó a salir corriendo por donde vino bajo la mirada de varios estudiantes. Regresó a su habitación y tuvo suerte de que no hubiera alguien, se quedó ahí el resto del día, luego tendría que hablar con los profesores por haber faltado, pero nada de eso le importó.

Solo pudo pensar en Dean.

En él y en cómo se sentía.

Esa noche se dio cuenta de los sentimientos que tenía por su amigo, esa noche supo que lo que sintió por él siempre fue más que amistad.

Se dio cuenta de que llevaba tiempo enamorado de él.

Y notar eso fue aún peor. Porque no pasaban juntos y debería soportar ver a Dean con una mujer, una mujer que el amaba.

Solo quiso desaparecer del mundo. Que un Avada Kedavra misterioso le llegara y muriera al instante.

A la mañana siguiente se levantó bastante más tarde de lo normal y apurado tuvo que ir a desayunar. Ahora se arrepentía de no haber ido con Garth cuando este le insistió en que se levantara.

Entró en el Gran Salón y todas las miradas se posaron en él, hasta la de los profesores. Maldijo por lo bajo y mientras se arreglaba la túnica fue a sentarse con sus amigos.

–Llegas bastante tarde, Cas –Habló Charlie– ¿Pasó algo?

–No es nada, solo estaba un poco cansado –Tomó una magdalena y una copa con zumo de calabaza.

Como había acostumbrado todas las mañanas una lechuza voló sobre sus cabezas y le entregó una carta. Sabía de quien era, pero no tenía ánimos de abrirla.

Tenía la carta entre sus dedos y la contemplaba. Debía verse estúpido desde el punto de vista de otras personas.

Suspiró y sacó la hoja de su interior.

Hubiera deseado nunca leerla.

"Cas! Adivina!

Ayer estaba hablando con una chica, se llama Amara, comúnmente se juntaba conmigo y me ha dicho que le gusto, Cas!
La cosa es que ahora somos pareja y me siento muy feliz!

Quería que fueras el primero en saberlo aunque sea por este medio. Porque a pesar de que acá casi no hablemos eres mi mejor amigo."