Cuando las clases terminaron se dieron cuenta de que ese año no podrían volver a casa debido al baile que se celebraría. Algunos de cuarto año y cursos menores si se fueron a casa a pasar las vacaciones y no volverían ya hasta poco después del primero de Enero, cuando las clases se retomaran.
A pesar de que estaban en sus cortas vacaciones los maestros les habían dejado deberes, no estaba demasiado contento de hacerlos al igual que sus amigos, pero todos se juntaron un día para hacer la gran mayoría y ayudarse los unos a los otros para que de esa manera fuera más rápido y menos pesado.
Seguía juntándose con Dean y aprendió a ignorar lo nervioso que se ponía al verlo, y dejar en su recuerdo lo que vio y escuchó hace días en la mañana. Tampoco se lo había dicho a alguien, ni siquiera a Benny que era el único que sabía sobre el espejo de Oesed y que hay noches en que seguía yendo a ver su reflejo; no cambiaba, todavía se veía con Dean, abrazados, sonriéndose. Estando juntos y felices.
Las clases de bailes continuaron y en todas bailaron juntos. A veces el debía tomarlo por la cintura y le daba risa que Dean se quejara por ello. Era genial esa clase, pero lo único que le llegaba a incomodar eran las miradas que les daba la profesora McGonagall, como que se fijaba demasiado en ellos y se reía sola. Actitudes que no eran común en ella.
Su padre había mandado ya la túnica de gala y los zapatos que debía usar ese día al igual que el de Gabriel, a quien de extra le llegaron también un par de dulces por ser tan insistente cuando le mandaron una carta.
La fecha estaba cada vez más cerca.
La mañana del veinticinco de Diciembre se levantó animado y en pijama fue a la Sala Común a buscar los regalos de Navidad. Al parecer era muy temprano aún porque habían pocos estudiantes, algunos tomaban sus regalos y luego se iban, así como otros se quedaban ahí a abrirlos con sus amigos. Notó que Gabriel dejaba apilado regalos sobre uno de los sofás y se acercó a él.
–Buenos días, Gabe –Saludó y se sentó a un lado de los regalos. Sabía que su hermano sacaría los que eran de ellos y sus amigos.
–Hola –Respondió algo cortante.
Cas levantó una ceja al ladear el rostro. ¿Le había sucedido algo a su hermano ayer? Pasó desde el segundo receso con Dean y luego fueron al último ensayo de baile. Por lo mismo no tenía idea de si sucedió algo, pero era obvio como para que Gabe contestara así y no todo animado como acostumbraba, más siendo Navidad.
Se fijó en la manera de actuar que tenía y en su rostro. No estaba sonriente. Estaba serio.
Algo malo tuvo que suceder.
–Gabe.
–Dime –Dejó un par de regalos más en el sofá.
Giró para darle la espalda a Castiel y buscar más regalos pero no quedaba otro que sea de alguno de sus mejores amigos. Suspiró frustrado. El mover los regalos lo estaba distrayendo.
–¿Me dirás que sucedió?
–¿Sobre qué?
–Gabriel, mírame –Ordenó. Gabriel no quería pero tampoco quería que su hermano se preocupara por él y al no decirle sería peor; Suspiró resignado y se giró para verlo– Dime que pasó, tú no te comportas así.
Gabe miró hacia otro lado por unos segundos y al final asintió. Caminó hasta quedar frente al sofá y se sentó en el suelo, pudo haberse sentado entre su hermano y los regalos pero desde el piso tenía mejor acceso a una bolsa de dulces que dejó junto a los regalos. Su padre acertó muy bien al mandárselos.
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¿Qué sientes por mí?
FanfictionCastiel y Dean han sido amigo desde pequeños, y al entrar en Hogwarts las cosas no fueron como ellos esperaban; Diferentes casas, diferentes amigos. Pensamientos estúpidos y peleas irracionales. Se quieren, se alejan y no saben lo que sienten. Pero...