El mayor de los Min caminaba en círculos en la sala de la casa, jalando sus cabellos, frustrado. Sentía su sangre hervir, y su familia presenciaba la vena de su cuello hincharse como si en cualquier momento fuera a reventar.
- Yoongi... - su hermana menor fue la primera en hablar y hacerle frente, tocando su hombro en un intento fallido de tranquilizarlo.
- Yuju, alejate, no quiero hacerte daño - advirtió, sacando con falsa tranquilidad la pequeña mano de su hombro.
Gruño hacia su madre y la observó por unos segundos antes de por fin abrir la boca tras unos minutos tortuosos de un silencio sepulcral - ¿por qué la invitaste? - preguntó, sus ojos habían empezado a brillar. No quería recordar, no quería, pero aquellos momentos que algún día vivió, de lo que alguna vez sintió empezaron a atormentarlo. A destruir su cabeza y hacerlo pedazos.
- Necesitas olvidar el pasado, sucedió hace algún tiempo ya - Yoongi rio con amargura y agachó la cabeza ante las hipócritas palabras de su madre.
- Yuna, Jihoon ¿nos permiten por favor? - echó una mirada a sus padres, quienes habían quedado helados ante las últimas palabras de su hijo mayor. Los pequeños subieron obedientes. Después de todo, Yoongi siempre había sido como un padre para ambos.
Cuando escucho la puerta de sus habitaciones cerrarse, dio unas cuantas vueltas mas y habló con firmeza hacia sus progenitores, sin ningún atisbo de miedo o inferioridad - ahora resulta... ¡qué olvidaste el pasado! - dijo Yoongi, con una sonrisa irónica en el rostro y sus ojos llenos de lagrimas.
Yoongi recordaba haber llorado tres veces; cuando su padre se fue, abandonando a su mamá embarazada y al par de hermanos destrozados en el patio de su hogar, ver como Jihoon había corrido hacia el en desesperación y como el otro lo ignoraba friamente le destrozó, no se derrumbó, al menos no hasta que se fue y se abrazó a las piernas de su mamá. También cuando, graciosamente regresó, pidiendo perdón, Yoongi no se arrepentía de haber hecho que se pusiera de rodillas a su madre y de haberle metido un buen golpe, seguido de salir casi corriendo de su casa.
Y la última, cuando conoció a Jimin en aquel bello atardecer, (no tan bello como Jimin por supuesto, ni tan brillante como su sonrisa) fue patéticamente por un corazón roto por el abandono de una mujer.
Esta se había convertido en la cuarta.
- Me alegro por ti, porque yo no lo he hecho - agregó pasados unos segundos - todavía tengo el vivo recuerdo de este señor dejándonos como perros en la miseria. De todas las lagrimas que tu y Jihoon derramaron. El pasado no se va así como así, madre, el abandono que sufrimos por parte de ambos sigue presente.
Sus padres lo observaban atónitos, con sus mentes en blanco. Yoongi, a pesar de tener los ojos rojos, les hacía frente, como si no le importara el mucho o poco daño que causara en los corazones de sus padres.
- ¡Y ahora tu vienes con que, tengo que reconciliarme con ella, porque al puto negocio de este señor le conviene!, ¡no me importa!, ¡no me importa en lo absoluto lo que sea que venga de el! - gritó, ahora si, seguro de que sus menores lo habían escuchado. Respiró pesadamente, intentando tranquilizarse para bajar la voz - me enamoré, me enamoré de un chico, un chico que brilla por si solo bajo la luz de la noche, al que la luna lo sigue solo para admirar su belleza - escuchó un jadeo de su madre, y miró la expresión de amargura en el rostro de su... de el.
Claro que si, porque Min-mujeriego-Yoongi había terminado rendido a los pies de un hombre, ¡y eso no era posible!, porque no le convenía a nadie, ni al señor sentado a un lado de su madre ni a ella misma. Pero por supuesto, lo que el sentía importaba una mierda.
- No me esperen mañana para su bonita reunión - sonrió con dolor y se retiró de la sala a la habitación de sus hermanos, solamente para avisarles que se iría y que probablemente regresaría días después.
Los abrazó y despeino sus cabellos, después finalmente se fue.
Al salir de su hogar, sintió el frío golpear su rostro y gruñó, por enésima vez en el día.
Sacó su celular y marcó a un número, uno de sus favoritos.
- ¿Bueno?, ¿Yoongi?
- Tu, hijo de puta, llama a los otros. Nos vemos en mi apartamento a las afueras, los necesito...
Bueno, el mundo de Yoongi. Aquí lo tienen.
Lo hice en omnisciente, porque sinceramente sería muy complicado narrarlo desde el punto de vista de Yoongi.
Empezamos con la siguiente parte de la historia, en donde empieza la diversión y veremos a todo Bts junto, al fin.
Va a haber Vkook y Namjin, advierto, serán solo menciones y ni siquiera profundizare en sus relaciones. Esto es Yoonmin, y no se me olvida.
Estoy pensando en ponerle una novia a Hoseok, ¿a quien proponen?
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Eres hermoso, Jimin | yoonmin
Fiksi Penggemar¿Por qué nadie notaba la falsa sonrisa y el vacío de sus ojos, por qué ni siquiera notaban su belleza? Jimin solía pensar que era porque a absolutamente nadie le interesaba, porque nadie lo quería. Yoongi en cambio, pensaba que Jimin era d...