6. No te voy a soltar.
Al rato me desperté, recordé todo lo que había pasado y me tapé la cara con mis manos.
Quería irme a mi casa.
La puerta se volvió a abrir, y al igual que esta mañana, Adam apareció con una bandeja, y la volvió a dejar sobre la cama.
—Ahorrate la comida, no tengo hambre. —dije apartándo la bandeja.
—Me da igual, cometela.
—No tengo hambre, ¿Te lo vuelvo a repetir o qué? —digo mirándolo.
—Y yo te repito que me da igual, que te la comas. —dijo para seguídamente, salir de la habitación, volviendo a cerrarla con llave.
Bufo y me quedo mirando la bandeja.
Al rato empiezo a comer, ya que en realidad moría de hambre.
Termino de comer y dejo la bandeja por ahí.
Me levanto y miro la habitación detenidamente, buscando algo que hacer.
No encontré nada mejor que asomarme a la ventana.
Me senté en una especie de bordillo que había, apoyé mi pecho en mis rodillas, dejé mi cabeza sobre estas y me puse a mirar por la ventana.
Desvié mi vista al pie de la ventana, y me dí cuenta de que esta estaba abierta.
Esbocé una sonrisa.
La abrí lentamente y salí con mucho cuidado de no hacer ruido.
Una vez mis pies tocaron el suelo empecé a correr, intentando no llamar mucho la atención.
Cuando ya me había alejado bastante de la casa aflojé el ritmo, ya que no me iba a encontrar, sonreí ya que había conseguido mi propósito.
Ya no estaba en esa casa.
Sonreí triunfante y seguí andando por el bosque, buscando alguna manera de poder ir a un pueblo o ciudad, ya que no sabía donde estaba.
Al poco rato sentí algo, pero lo ignoré.
Hasta que cuando me quise dar cuenta escuché a alguien corriendo y de repente estaba acorralada contra un árbol.
Se me aceleró la respiración, no podía moverme, levanté la mirada y me lo encontré.
Era Adam, y estaba muy enfadado.
—Te he advertido ya que no lograrás escaparte de mí... —gruñó con la respiración entrecortada.
—Y yo no te prometí que no fuera a volver a intentarlo.
—No te puedo dejar sola ni un segundo... ha sido idiota por mi parte querer darte algo de espacio... —susurró y apretó su cuerpo contra el mío.
De repente, tenía su cabeza en mi cuello, olisqueándolo.
Intenté empujarlo pero su fuerza era mayor que la mía.
—Mejor volvamos. —susurró mirándome a los ojos, muy cerca de mi cara y me cogió como un saco de patatas.
Chillé para que me soltara, pero no funcionó.
—Puedes patalear lo que quieras, o pegarme, puedes hacer lo que te plazca, pero no te voy a soltar. —terminó la frase con una risa.
—Imbécil... —bufé y me cruzé de brazos.
Al poco rato llegamos a su casa, volvió a subirme a la habitación, me soltó y le puso un candado a la ventana, que cerró poco después.
—Me he equivocado en querer dejarte la ventana abierta por si querías tomar el aire o algo, por lo que parece. —dijo y se giró a mirame— ya no correré más el riesgo de poder perderte.
Se dirigió a la puerta y la cerró con llave desde dentro, se dirigió al sofá que había enfrente de la cama y se sentó, mirándome.
—¿Q-qué haces? ¿Te vas a quedar ahí?
Él asistió.
—No voy a dejarte más sola, podrías buscar la manera de volver a escapar.
—¿Cómo? Si la puerta está cerrada con llave y la ventana con un candado. —digo y bufo.
—Se que intentarás encontrar otra manera de escapar, prefiero no arriesgarme. —dijo tranquilo desde el sillón.
—¿Qué es lo que quieres de mi? —susurro mirándolo.
—Creo que aún no puedo contrartelo, puede que no quieras volver a verme o me tengas miedo... prefiero esperar unos días... aunque estoy deseando contartelo... —sonríe.
—¿Asustarme? Ni que fueras un asesino... Por qué no lo eres, ¿no? —digo y trago en seco al ver su cara.
Se había puesto serio y me miraba de una forma que me daba escalofríos.
—No te voy a adelantar nada, antes tengo que hacer unas llamadas, pero lo sabrás todo pronto. —vuelve a sonreir.
Miro por la ventana y me doy cuenta de que está anocheciendo.
—¿Tienes hambre? Viendo la hora que es y después de la carrera que has echado, no me extrañaría... —rie levemente.
—Sí, si tengo hambre... —susurro.
Él asiente y se levanta.
—¿Serás capaz de quedarte aquí quieta o de por lo menos no volverte a escapar mientras te preparo algo para cenar? ¿O voy a tener que atarte a la cama? —Vuelve a sonreir con una sonrisa pícara.
Xx.
Hola!
Aquí os dejo el capítulo 6.
Enserio estoy flipando como en menos de un mes ha conseguido 1,4k.
No me lo creo.
Muchas gracias por todo en serio.
Besos.
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Mi Alfa, Mi Mate [MAMM1]
WerewolfLa vida te puede cambiar en un segundo. ¿Cómo pasas de ser una chica normal, con una vida normal, a ser la Mate de un Alfa? -Eres mía, solo mía. -gruñó olfateando mi cuello. Soy Zoe, y te invito a conocer mi historia. Queda totalmente prohibida cual...