Capítulo 32

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32. No soy así...

Levanté la cabeza al escucharlo y lo ví.

Me levanté enseguida y fui donde él.

—¿Estás bien? ¿Te has hecho daño? —dije mirando a ver si tenía algún rasguño.

—No, estoy bien, ¿Y tú? ¿Estás bien?

Asentí y me abracé a él.

Él soltó una pequeña risa.

—Ni que hubieras estado sin verme un mes.

Lo abracé más fuerte.

—Cállate, estaba preocupada por tí... —escondí la cabeza en su pecho.

Lo siguiente que sentí fueron sus brazos rodearme.

—Ya lo sé, y me alegra oír eso, pero ya estoy aquí, sólo he estado fuera un par de horas, no es para tanto...

Me separé de él y me volví a sentar con Andrew.

Adam me imitó y se sentó con nosotros.

—Y, ¿qué has hecho mientras no estaba?

—Pues... He conocido a Andrew y me ha estado enseñando la casa, me ha hablado un poco sobre la manada y todo esto y luego pues me ha preparado un café mientras te esperábamos.

—¿Ha hecho falta que intervenga alguno de los guardias?

—Yo no he visto a nadie aparte de Andrew. —dije mirándolo.

—Los guardias estaban por todas las entradas posibles y dando vueltas por la casa, para que nadie pudiera entrar, y a los que había en las habitaciones les dije que se fueran a otra habitación o para otro lado, no quería que Zoe se sintiera muy presionada por tanta seguridad el primer día que viene...

Adam asintió.

—Lo siento por la mala imagen que se haya podido formar de la manada... Pero es raro porque esto no suele pasar... —dijo Andrew mirándome.

—No pasa nada, las cosas pasan, y si hay un asesino es mejor pararle los pies antes de que alguien más resulte herido.

—¿Habéis descubierto algo?

Adam negó.

—Sólo tenemos huellas de la persona que lo hizo, pero no tenemos ni idea de quién ha podido ser.

—Seguro que encontráis al responsable de esto.

—Eso espero... —suspiró.

—¿Entonces vamos a seguir viendo la manada y eso?

Él niega.

—No creo, no me fío de que estés dando vueltas por la manada, pueden intentar hacerte algo, y menos con el asesino suelto... Así que todo tendrá que esperar.

—¿Todo?

—Sí, aparte de conocer la manada te tengo que presentar ante ella como su nueva Luna, y me niego a hacerlo ahora, ya que con un asesino por aquí, lo más probable es que cuando sepan que eres mi Mate vayan a por tí.

—¿Y tampoco podremos salir? —hago un puchero— ¿Ni estando contigo? Me apetece ver más de la manada, y que me lleves a conocer un poco más donde estamos, que no tengo ni idea...

Escucho un suspiro de parte de Adam y una risa de Andrew.

—Está bien, pero luego no te quejes si vienen algunos guardias con nosotros o Andrew o cualquiera.

Asentí frenéticamente.

—No me quejaré, lo prometo.

Volví a escuchar la risa de Andrew.

—Pareces una niña pequeña intentando conseguir un juguete. —dijo aguantando la risa.

Miré a Adam y tenía una sonrisa.

Volví a mirar a Andrew y me encogí de hombros.

Adam negó con la cabeza.

—¿Tienes hambre? —soltó después de escuchar mi estómago rugir.

—Sí, un poco.

—¿Y por qué no lo has dicho antes? Que no muerdo, o bueno, por ahora no.

Reí y él se levantó a preparar algo de cenar, que al poco tiempo trajo.

—Gracias. —sonreí y él dejó un beso casto en mis labios.

—Denada. —dijo con su típica sonrisa.

Miré el plato y se me hizo la boca agua, así que empecé a comer enseguida.

—Estaba buenísimo, ¿Te he dicho alguna vez que me encanta como cocinas?

Él rió y negó.

—Pues cocinas super bien.

Me toqué la barriga ya que estaba llena.

Andrew se había ido hace un rato para dejarnos sólos y vigilar por si pasaba algo.

Ahora estaba con Adam en el sofá del salón, hablando sobre lo primero que se nos pasaba por la cabeza, y él como siempre, se entretenía en jugar con mi mano y mis dedos.

—No puedo esperar para ver tu vientre llevando a mi primer cacho... hijo.

—¿Ibas a decir cachorro? —frunzo el ceño— ¿Así es como verías a tu futuro hijo? ¿Cómo un cachorro?

—Zoe no es despectivo ni nada por el estilo, los hombres lobos llamamos a nuestros hijos, cachorros, porque son hijos de una parte lobo, de un animal, igual que vosotros los llamáis bebés, o no sé como decirlo, nosotros los llamamos así.

Asentí.

—¿Y cómo pretendes que tenga hijos si usas condón cuando nos acostamos?

—Es por tí Zoe, porque aunque yo esté deseando tener hijos, todavía no eres ni mayor de edad, prefiero esperar a que seas mayor y estes más preparada para tener bebés, yo no soy como otros Alfas u otros hombres lobo, que la primera vez que se acuestan con su mate ya la dejan embarazada, aunque esta tenga 16 años...

—¿Hay hombres lobo que les hacen eso a niñas de 16 años? —dije sorprendida y horrorizada.

Él asintió.

—Y no sólo eso, hay veces que hasta las violan, por muy mate tuya que sea esa persona, y aparte algunas son unas crías, si no quieren tener relaciones o quieren tenerlas con condón, algunos las obligan a hacerlo y sin usar protección, todo para conseguir a su heredero...

Me quedé de pierda.

—Pero tranquilízate, yo no haré eso, ya he tenido oportunidades contigo y me he protegido.

—Gracias por no ser así y esperar por mí, eres un cielo... —acaricio su brazo.

—Zoe nunca te obligaría a nada que no quieras hacer... No soy así...

Le doy un beso en la mejilla.

—Eres el mejor. —susurro y me acurruco en él, poco después me quedo dormida.

Xx.

Bueno, aquí tenéis nuevo Capítulo, espero que os guste.

Una cosa, quiero poner un shippeo o como se escriba con Adam y Zoe, por ahora tengo dos: #Zadam o #Zoam.

Si se os ocurre alguno podéis comentarlo aquí.

Nos vemooos.

Besos.

Mi Alfa, Mi Mate [MAMM1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora