Mi Alfa, Mi Mate [MAMM1]

Capítulo 45

45. Presentación oficial a la manada.

Me desperté como más me gustaba, con Adam a mi lado, acariciándome el pelo.

—Buenos días... —susurré mirándolo.

Él me miró y esbozó una sonrisa.

—Buenos días —susurró— no sabes lo que echaba de menos despertar así.

—Pero tu has estado aquí, yo estaba medio muerta, literalmente, tu has podido despertar conmigo todos esos días.

—Pero no es lo mismo si no sabes si la otra persona se despertará hoy, o cuando lo hará, y no es lo mismo acariciarte el pelo, sabiendo que despertarás, a hacerlo por un largo rato y ver que sigues ahí, sin moverte, sin abrir los ojos.

Me acerqué a él y lo abracé.

—No pasa nada, ya estoy despierta, ya estoy contigo...

Adam acarició mi mejilla, y deslizó sus dedos por mi cuello.

Hice una mueca.

—¿Estás bien? ¿Qué te pasa?
—
Sólo me ha escocido un poco, tranquilo.

Él asintió.

—Ya no deberías ni sentir que la tienes...

—No es que la sienta, sólo que al tocarla me escuece un poco, no pasa nada, me echaré alguna crema o algo.

Asintió.

—Ahora vuelvo y desayunamos, tengo que supervisar unas cosas. —besó mi cabeza, se levantó y se fue.

Me levanté y me acerqué al espejo.

Aparté el pelo de mi cuello y miré la marca, todavía estaba algo roja.

Fui al baño y busqué una crema hidratante o algo que pudiese echarme.

En cuanto encontré una la apliqué con cuidado.

Me recogí el pelo para evitar que se manchara de crema.

Suspiré y me senté en la cama, todavía estaba cansada.

Poco después apareció Adam con una gran sonrisa.

—Tengo una buenísima noticia.

—Y bueno, ¿Cuál es? —dije al ver que no decía nada.

—Pues a ver... —empezó soltando la bandeja con el desayuno en la mesita de noche.

Lo miré esperando a que continuara.

—¡Hoy te voy a presentar a la manada como su Luna! —dijo alzando la voz, contento.

—¿¡Qué!? —dije sin poder creermelo.

—Eso, lo que has escuchado. Tenía muchas ganas de que por fín pudiese hacerlo...

—¿Seguro que es buena idea?

Él me miró, borrando su sonrisa.

—¿Acaso no quieres hacerlo?

Niego.

—No es eso, sólo que con el tema de tu hermano...

—Olvídalo, no podemos estar siempre aplazando cosas o no hacerlas por lo que pueda pasar, ya es hora de que te presente a todos ellos, ellos merecen conocer ya a su Luna, y que vean la Luna tan guapa y especial que tienen.

Sonreí.

Tenía razón.

—Pero Adam, no tengo nada que ponerme... Y tengo que llamar a Chris, quiero que esté...