7. Aguantaré lo que pueda.
—No me escaparé... —susurro.
—No me fio, será mejor que vengas conmigo. —dijo para, seguidamente, coger mi mano y tirar de mí escaleras abajo.
Lo seguí hasta la cocina, que por cierto no la había visto, era muy bonita y bastante grande.
Me soltó el brazo.
—Sientate ahí. —dijo señalando una de las sillas que había por un lado de la barra.
No dije nada y me senté.
Él empezó a moverse por la cocina como si nada.
—Espero que te gusten las hamburguesas, es lo único que puedo preparar hoy. —dijo y poco después me miró, esperando que dijera algo.
—Uhm... Sí, si me gustan. —susurré, ya que me intimidaba un poco.
Él asintió y siguió como antes, moviéndose por toda la cocina, preparando la cena.
Poco después puso un plato delante de mí.
—G-Gracias. —me limité a decir.
Él sonrió ampliamente y se sentó a comerse también su hamburguesa.
La cena transcurrió en silencio, ya que no sabía que decirle, lo único que rondaba por mi mente era preguntarle por qué me tenia aquí, y que quería.
Pero él ya había dejado claro que todavía no iba a contestar ese tipo de preguntas.
Sin darme cuenta, me quedé mirando la hamburguesa.
—¿Qué pasa? ¿No te gusta?
Levanté la mirada un poco sorprendida ya que no me esperaba que hablase.
—Uhm... Sí, sólo me había quedado pensando.
Él se quedó mirándome un poco.
—¿Pensando en qué? —preguntó de repente.
—Nada importante.
Cojo mi hamburguesa de nuevo y no digo nada más, ni él tampoco.
Y lo agradezco.
Seguí comiendo hasta que me terminé la hanbuerguesa, él ya la había acabado hace poco, y se había dedicado a mirarme.
—Si quieres ponerte un pijama o algo, en el armario de la habitación he dejado unos, espero que te gusten.
Yo sólo asentí y me levanté.
Él me imitó, subimos a la habitación.
Fui al armario, miré los pijamas y cogí alguno.
Había como unos camisones, pero transparentes, eran algo provocativos.
Aunque también había de los normales, y lo agradecí.
Cogí uno de los normales y me giré para cambiarme, pero lo encontré apoyado en la pared nuevamente.
—¿Te vas a quedar ahí? —dije frunciendo el ceño.
Él asisntió.
—Te he dicho que no te iba a dejar sola.
—¿Ni para ponerme un pijama? —lo miro arqueando una ceja.
Él niega con una sonrisa.
Ruedo los ojos y me voy al baño.
Me cambio y salgo, esta vez está en el sofá, me mira de arriba a bajo con una pequeña sonrisa.
Me siento en la cama ya que estaba incómoda.
Destapo la cama y me meto dentro, me quedo esperando a que se vaya.
—No me mires así, ya te lo he dicho, no me voy a ir, así que, si quieres dormir, duerme.
Bufo y me tumbo, sé que me va a costar quedarme dormida con él mirándome desde allí.
Cuando me estoy quedando dormida lo escucho levantarse, y lo escucho hablar por teléfono.
Como soy demasiado cotilla, me levanto de la cama y me acerco a la puerta a escuchar.
—Sé que debo esperar el momento preciso para decírselo, pero no puedo aguantar, no puedo esperar, sólo hoy ha intentado escapar dos veces, y tengo que vigilarla, pero no soporto estar tan cerca de ella y que no sea mía ni sepa lo que soy.
Frunzo el ceño.
¿Lo que és? ¿De que está hablando?
¿Qué cojones estaba pasando aquí?
—Intentaré aguantar todo lo que pueda. —hizo una pausa, supongo que esperando a que la otra persona hablara— exacto, sabes que no aguantaré mucho... no ahora que por fín la he encontrado...
Volvió a hacer una pausa.
¿Encontar?
No entiendo nada.
—Si, ahora está dormida, por eso te he llamado, he estado por contarselo hace un rato... pero antes quería hablar contigo... espero poder volver dentro de poco... —ya no escuché nada más que unos pasos acercándose.
Salí corriendo hacia la cama y me tumbé.
Escuché sus pasos acercarse a la cama y sentí como esta se hundía a mi lado.
Cerré los ojos.
Sentí sus dedos acariciar mi mejilla.
—¿No sabes que no está bien escuchar conversaciones ajenas?
Xx.
¡Aquí os dejo el nuevo capítulo!
Como siempre, espero que os guste.
Os recuerdo que si comentáis o votais me ayudáis a saber que os gusta.
Bueno, espero que os haya gustado este cap.
Besos.
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Mi Alfa, Mi Mate [MAMM1]
Manusia SerigalaLa vida te puede cambiar en un segundo. ¿Cómo pasas de ser una chica normal, con una vida normal, a ser la Mate de un Alfa? -Eres mía, solo mía. -gruñó olfateando mi cuello. Soy Zoe, y te invito a conocer mi historia. Queda totalmente prohibida cual...