Capítulo 8: todo en orden

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Todos ingresan a la mansión más tranquilos  y a la vez ansiosos de nuevas noticias.

-¿Qué ocurrió exactamente?-interroga Araceli a Seung Do.

-N…nada-nervioso-Solo se sintió mal y de pronto al suelo-miente con cargo de conciencia.

-¿Qué raro?-dice Francisca-Un pre infarto no sucede de la nada-inquieta.

-¿Tal vez mucho trabajo?-sugiere Araceli.

-Puede ser…-asiente Dung Sung-Hace un tiempo me contó de algunas inversiones grandes que creo que no salieron muy bien-explica Dung Sung afligido.

La tarde pasa y de pronto, por la noche, una llamada de la dueña de casa.

-Señora-contesta Geum Ra expectante.

-Diles a los chicos que todo está bien, estará algunos días en observación pero puede volver a casa, yo me quedaré esta noche en la clínica, ¿Podrías traerme algunas cosas personales por favor?-le pregunta.

-Claro señora, como no-obedece Geum Ra.

-Bien, nos vemos pronto-corta.

-¿Qué sucedió?-se acerca Seung Do preocupado.

-Todo está bien, el señor se está recuperando y en un par de días puede estar de vuelta en casa-explica Geum Ra sonriente.

-¡Sí!-grita Francisca animada.

-¡Nuestro primer usuario!-se abrazan emocionadas.

-Gracias al cielo-Dung Sung mira el cielo aliviado con sus manos juntas.

-Gracias Dios mío-Susurra Seung Do apretando sus ojos soltando un par de lágrimas.

-Tranquilo joven Seung Do-dice la ama de llaves-Su padre está bien, no tiene por qué llorar-dice llamando la atención de Araceli.

-Me voy a la cama por hoy-anuncia entre sollozos.

Araceli se queda viéndolo algo inquieta ya que una de sus debilidades más grandes es ver llorar a una persona, aún más si es un hombre.

-Creo que yo también estoy cansada, me voy a dormir-anuncia Araceli.

-Bien-dice Francisca sentándose en el sofá.

-Buenas noches-se despide.

-Buenas noches cuñada-se despide Dung Sung.

Araceli se va a su habitación y solo quedan Francisca, Geum Ra y Dung Sung en la sala de estar.

-¿No se les ofrece nada más por hoy?-pregunta Geum Ra.

-No, por mi nada-sonríe Francisca.

-Ve a dormir tranquila-comprende Dung Sung.

-Buenas noches jóvenes-se despide rápidamente saliendo de la vista de ambos.

Ambos se sientan cerca del otro en el sofá.

-“¡Qué situación más incómoda por la miercale!, ¡Trágame tierra!”-piensa Francisca mirando de reojo a Dung Sung.

-“¿Y si le digo la verdad?, pero ¿Y si luego me odia?, ¿Qué más da si me odia?, no deberías importarme, ¿Por qué no puedo?”-piensa Dung Sung.

-Por lo…-dicen ambos al mismo tiempo.

-Habla tú accede- Dung Sung.

-Bien-aclara su garganta-Por lo de anoche…-intenta calmarse-No pasó nada-concluye.

-Así es-corresponde aliviado-Las copas creo que se me pasaron-intenta explicar.

-Así parece-sonríe tímida-Bien, ¿Amigos de nuevo?-extiende su mano en son de paz.

A un kilómetro de CoreaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora