Todos ingresan a la mansión más tranquilos y a la vez ansiosos de nuevas noticias.
-¿Qué ocurrió exactamente?-interroga Araceli a Seung Do.
-N…nada-nervioso-Solo se sintió mal y de pronto al suelo-miente con cargo de conciencia.
-¿Qué raro?-dice Francisca-Un pre infarto no sucede de la nada-inquieta.
-¿Tal vez mucho trabajo?-sugiere Araceli.
-Puede ser…-asiente Dung Sung-Hace un tiempo me contó de algunas inversiones grandes que creo que no salieron muy bien-explica Dung Sung afligido.
La tarde pasa y de pronto, por la noche, una llamada de la dueña de casa.
-Señora-contesta Geum Ra expectante.
-Diles a los chicos que todo está bien, estará algunos días en observación pero puede volver a casa, yo me quedaré esta noche en la clínica, ¿Podrías traerme algunas cosas personales por favor?-le pregunta.
-Claro señora, como no-obedece Geum Ra.
-Bien, nos vemos pronto-corta.
-¿Qué sucedió?-se acerca Seung Do preocupado.
-Todo está bien, el señor se está recuperando y en un par de días puede estar de vuelta en casa-explica Geum Ra sonriente.
-¡Sí!-grita Francisca animada.
-¡Nuestro primer usuario!-se abrazan emocionadas.
-Gracias al cielo-Dung Sung mira el cielo aliviado con sus manos juntas.
-Gracias Dios mío-Susurra Seung Do apretando sus ojos soltando un par de lágrimas.
-Tranquilo joven Seung Do-dice la ama de llaves-Su padre está bien, no tiene por qué llorar-dice llamando la atención de Araceli.
-Me voy a la cama por hoy-anuncia entre sollozos.
Araceli se queda viéndolo algo inquieta ya que una de sus debilidades más grandes es ver llorar a una persona, aún más si es un hombre.
-Creo que yo también estoy cansada, me voy a dormir-anuncia Araceli.
-Bien-dice Francisca sentándose en el sofá.
-Buenas noches-se despide.
-Buenas noches cuñada-se despide Dung Sung.
Araceli se va a su habitación y solo quedan Francisca, Geum Ra y Dung Sung en la sala de estar.
-¿No se les ofrece nada más por hoy?-pregunta Geum Ra.
-No, por mi nada-sonríe Francisca.
-Ve a dormir tranquila-comprende Dung Sung.
-Buenas noches jóvenes-se despide rápidamente saliendo de la vista de ambos.
Ambos se sientan cerca del otro en el sofá.
-“¡Qué situación más incómoda por la miercale!, ¡Trágame tierra!”-piensa Francisca mirando de reojo a Dung Sung.
-“¿Y si le digo la verdad?, pero ¿Y si luego me odia?, ¿Qué más da si me odia?, no deberías importarme, ¿Por qué no puedo?”-piensa Dung Sung.
-Por lo…-dicen ambos al mismo tiempo.
-Habla tú accede- Dung Sung.
-Bien-aclara su garganta-Por lo de anoche…-intenta calmarse-No pasó nada-concluye.
-Así es-corresponde aliviado-Las copas creo que se me pasaron-intenta explicar.
-Así parece-sonríe tímida-Bien, ¿Amigos de nuevo?-extiende su mano en son de paz.
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A un kilómetro de Corea
RomanceEsta es una historia bastante diferente a las que acostumbro escribir, muy parecida a Magia de un amor fugaz pero con un lenguaje bastante más chileno que en aquel entonces. Nuevamente no se trata de un fanfiction, solo es una historia pensada al má...