-¡Chely chaaaaan!-grita Francisca sacudiendo a Araceli que se encontraba dormida.
-¡¿Qué?!-despierta a regañadientes.
-¡Levántate miercale!-continúa sacudiéndola.
-¡Pucha!-reclama escabulléndose en las sábanas.
-¡No, no, no!-Francisca la destapa por completo.
-¡Un ratito más!-aferrándose a la almohada.
-¡Oye!, ¡Hoy es el examen de título!-la regaña Francisca.
Uno de los teléfonos de ellas suena y rápidamente lo revisan al mismo tiempo.
-¡Es el mío!-dice Francisca triunfante.
-Ñe-responde Araceli soltando su celular desganada.
-Uy si pensaba que era su amiguito-se burla Francisca.
-¡Mentira!-reclama Araceli con su cara pegada a la almohada.
-A no si no-dice Francisca mientras saluda a su chico cibernético.
-Apuesto que el tuyo está esperando nomas, de repente te va a salir con alguna perversión-advierte Araceli en tono de burla.
-Sabí que no, porque llevamos más de dos años hablando y es muy caballero-lo defiende Francisca.
-¡Ni lo conocí!-dice Araceli sentándose en la cama.
-¿Y tú al tuyo?-replica Francisca.
-Chooo, ¿Turn Down for What?-ríe Araceli.
-Ya vístete que falta una hora-Francisca sale riendo de la habitación.
Araceli permanece sentada en la cama, masajea un poco su cuello desganada y busca su tenida formal. Por su parte Francisca hierve el agua para tomar desayuno antes de salir.
-Mmmm, hiciste huevitos con queso-sonríe Araceli.
-Hay que desayunar bien para ir al último día de universidad-suspira Francisca algo nerviosa.
-Tu tranquila si ya ensayamos arto, demás que nos sale impecable la presentación-la tranquiliza Araceli llevándose el pan a la boca.
-Sí, sí sé pero igual...-se sienta Francisca insegura.
-Calmá hermana si todo está bajo control-tomando café.
-¡Come luego que ya falta poco!-la apura Francisca.
-Ya, ya si ya estoy que termino-toma una bocarada grande de café-¿Y tú no te vai a maquillar?-pregunta Araceli mirando su aspecto.
-Naaa, pa qué- Francisca no toma en cuenta.
-¿Dónde tienes tu cosmetiquero?-pregunta Araceli poniéndose de pie rápidamente.
-En la pieza-dice Francisca con poco interés.
Araceli va rápidamente hasta la habitación de Francisca y saca el cosmetiquero del mueble de noche. Cuando está a punto de salir con el rabillo del ojo ve el cuadro que Dung Sung pintó para Francisca y se vuelve para mirarlo. Por su cabeza comienzan a pasar variados recuerdos de su estadía en Corea y los pequeños y bellos momentos que tubo junto a Seung Do.
-Seung Do-susurra apretando el cosmetiquero fuerte en su pecho.
-¿Qué pasa que te demorai tanto?-entra Francisca ansiosa.
Francisca se queda viendo a Araceli que está hipnotizada en la pintura. Camina lentamente y con un suspiro acompaña a su amiga contemplando también el cuadro.
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A un kilómetro de Corea
RomanceEsta es una historia bastante diferente a las que acostumbro escribir, muy parecida a Magia de un amor fugaz pero con un lenguaje bastante más chileno que en aquel entonces. Nuevamente no se trata de un fanfiction, solo es una historia pensada al má...