Pasados algunos meses las cosas han ido mejorando en casa para todos y deciden salir a divertirse a la casa de veraneo para disfrutar un poco antes del nacimiento del bebé para el cual solo falta poco más de mes y medio y del regreso de Francisca a Chile que es en un par de días.
-¿Trajiste todos los documentos por siacaso?-Pregunta Araceli en el asiento de copiloto hacia su marido quien conduce.
-Claro que traje todo, no te preocupes, todo estará bien, aún falta para el nacimiento.
-Si chelychan, tu tranquila si no pasa nada, trata de relajarte y pasarlo bien para que el bebé igual la pase bien-sugiere Francisca desde el asiento de pasajero.
-Además francisca y tú son enfermeras y saben que hacer-aclara Dung Sung junto a Francisca.
-Bueno si, eso si-intenta tranquilizarse Araceli.
-Todo estará bien cariño-Seung Do esboza una breve sonrisa en su dirección sin dejar de poner atención en el camino.
Una vez en la gran cabaña comienzan a bajar las cosas del auto.
-Hay de todo dentro asique póngase cómodos y a disfrutar-anuncia Seung Do tomando a su esposa por la espalda con una sonrisa.
-Yo necesito un baño-dice Araceli ingresando rápidamente a la cabaña mientras los demás de atrás ríen.
-Yo prepararé el almuerzo-anuncia francisca.
-Yo te ayudo-se ofrece Dung Sung rápidamente.
-Vamos-accede Francisca sonriente.
Dentro todos y con la merienda lista todos comen en comunión y entre risas. Terminada la comida deciden ir a dar un paseo por la playa. Ambos van tomados de la mano de su novia y esposa cuando de pronto la sonrisa de ambas chicas se desdibuja al ver alguien a lo lejos. Ambas se detienen y se observan comprobando así que ambas piensan lo mismo.
-¿Qué pasa?-pregunta Seung Do.
-¿Por qué nos detenemos?-extrañado.
Ellas no responden y continúan con su mirada amenazante hacia el frente. A un par de metros de ellas pueden ver la figura y rostro de Antonella. Los chicos al fin acaban de percatarse de su presencia y ven que ella también de la de ellos y va en su dirección.
-Mejor regresemos-sugiere Seung Do jalando a su esposa quien permanece en su lugar sin moverse ni un centímetro.
-Sí, es mejor regresar-coincide Dung Sung imitando la acción de su hermano pero con Francisca sin lograr moverla ni un poco.
Ambas chicas permanecen con su vista asesina hacia la chica quien llega a unos metros del grupo con una gran sonrisa en el rostro.
-¡Que tal chicos!-dice con emoción-Y chicas...-concluye con recelo.
Ambas intentan conservar la calma mientras cada vez aprietan más la mano de su hombre.
-Araceli vamos a casa-susurra Seung Do en el oído de su esposa.
-¡Que agradable sorpresa!-sonríe Antonella.
-Lástima que no podamos decir lo mismo-dice Francisca con una sonrisa radiante.
-Ustedes chicos siguen igual de guapos-dice ignorando el comentario irónico de Francisca-Sobre todo tú-dice acercándose a Seung Do pasando por alto a Araceli quien permanece a su lado- Creo que la paternidad te asentó muy bien-arreglando el cuello de la camisa hawaiana de Seung do.
ESTÁS LEYENDO
A un kilómetro de Corea
RomansaEsta es una historia bastante diferente a las que acostumbro escribir, muy parecida a Magia de un amor fugaz pero con un lenguaje bastante más chileno que en aquel entonces. Nuevamente no se trata de un fanfiction, solo es una historia pensada al má...