Poco a poco Araceli comienza a abrir sus ojos y se siente muy cómoda aunque su cabeza pareciera que va a estallar. El cantar de los pájaros afuera atraviesa sus oídos y sus ojos no pueden acostumbrarse a la luminosa ventana frente a la cama. Cierra sus ojos adolorida y toca un poco su cómoda almohada.
-"¿Qué es esto?"-piensa tocando algo espantada.
Lenta y temerosa eleva de a poco su vista hasta observar el rostro sonriente de Seung Do al ver concretada su broma.
-Buenos días cariño-sonríe burlón Seung Do.
-¡¿Qué pasó aquí?!-Araceli sale disparada fuera de la cama cubriéndose con la sábana.
-¿Tu qué crees cariño?-pregunta Seung Do cubriéndose con el cubrecama.
-¡Cállate!-tira un perfume en dirección a Seung Do.
-¡Cuidado!, déjame dormir que anoche no me dejaste pegar pestaña- estirándose sobre la cama.
-¡Sucio!, ¡¿Qué me hiciste?!-lanzando todo lo que hay sobre la mesa de noche.
-¡Tranquila!-huye de la cama esquivando los proyectiles que lanza Araceli.
-¡Noooo!, ¡No es posible!-dando saltos de histeria al borde del colapso.
-Yo no te obligué a nada, tú borracha hiciste todo esto-aclara Seung Do riendo por dentro.
Araceli amarra bien la sábana a su cuerpo y se le acerca indignada mientras Seung Do se aleja espantado.
Mientras tanto en la mansión Min, Geum Ra ha acabado de limpiar todo rastro de la anterior noche y ha escondido a todos los refugiados dentro de la habitación de huéspedes. Al ver su espacio invadido, Dung Sung, se ve obligado a dormir en el sofá de la sala de estar.-Joven Dung Sung-susurra Geum Ra despertándolo.
-Oh, buenos días-sonríe Dung Sung fregándose los ojos.
-Pronto vendrá la señora Mi Ra, debería ir arriba para que no pregunte por qué está aquí-sugiere Geum Ra.
-Tienes razón, voy a mi cuarto a buscar algo de ropa-se levanta del sofá y camina hasta el segundo piso.
Llega a su cuarto y da un par de golpecitos a la puerta para evitar incidentes, al ver que no hay respuesta aparente ingresa lentamente. Entra a la habitación y ve a Francisca que aún permanece durmiendo en exactamente la misma posición en que la dejó la anterior noche. Se acerca a ella algo preocupado para cerciorarse que aún respira y para su alivio si, aun respira.
-Menuda borrachera-ríe divertido.
Busca algo de ropa dentro de su closet y se mete al baño de la habitación para tomar un baño y vestirse. Poco a poco debido al sonido de la ducha que pega fuerte en sus oídos, Francisca despierta.-Ahhh-se queja desganada comenzando a estirarse-Mi cabecita-se lamenta con sus ojos cerrados y un puchero.
Se sienta lentamente en la cama masajeando un poco su cuello. De pronto sale Dung Sung del baño con su nueva tenida puesta y secando su cabello.
-Buenos días-Dung Sung esboza una sonrisa en dirección a Francisca.
-Buenos-responde Francisca masajeando sus sienes.
-¿Estás bien?-pregunta Dung Sung preocupado.
-Me duele la cabecita-se queja triste-¡Oppa ayúdame!-esconde su cabeza.
-Es primera vez que me dices así-sonríe tímido-Voy a buscar un analgésico y ya vuelvo-anuncia saliendo de la habitación.
-Está bien-asiente Francisca desanimada.
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A un kilómetro de Corea
Любовные романыEsta es una historia bastante diferente a las que acostumbro escribir, muy parecida a Magia de un amor fugaz pero con un lenguaje bastante más chileno que en aquel entonces. Nuevamente no se trata de un fanfiction, solo es una historia pensada al má...