"El Poder De La Creación. El Poder De La Destrucción. (MLB)" Nightmare.

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-Narrador Omnisciente-

La noche reinaba París, y por la ventana de una habitación, se colaban rayos de Luna, iluminando a una mujer de cabellos cafés lacios, luchando con esa pesadilla que la atormenta desde aquel día. Despertó sentándose de golpe, agitada, sin poder creer aquella imagen.

— ¿Marinette... es Ladybug? —Se preguntó Miss Bustier totalmente sorprendida.

(...)

Ya pasado el sábado, el modelo no paraba de dar disculpas por haberla dejado a medias de su cita en una vídeo llamada. Hubo risas, bromas, varios sonrojos por parte de la fémina, y coqueteos de el varón. Provocando que la azabache durmiera hasta tarde.

Sabiendo que la batalla más feroz sería el abandonar su cama a la mañana siguiente.
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Lunes. Por la puerta a el salón de una de las aulas de el colegio François Dupont, entró la azabache atareada, con mochila en mano. Llamando la atención de la maestra, la cual quedó sin habla, respiró profundo y tomo su postura fuerte.

— M-Marinette, ¿ahora cuál es tu excusa? —Pregunto Miss Bustier intentando su semblante de siempre.

— Me he desvelado haciendo una tarea, lo siento maestra. —Respondió bajando la mirada.

— Toma asiento y pon atención a la clase. —Ordenó regresando a sus apuntes.

Camino a su lugar, mientras que los nervios la invadían con cada paso, pues su ahora novio y amor Adrien Agreste se encontraba sentado a un lado, sin apartar la vista de ella.

— Buen día, Princesa. —Saludó dándole un beso en la frente.

— E-Estás bueno- ¡No! ¡Buenos días! —Exclamó con horror por sus palabras.

— Te amo. —Dijo a propósito, notando el como su amada amenazaba con desmayarse.

— Hey, tórtolos. Más les vale poner atención a la clase, si no quieren que Miss Bustier los mandé a dirección. —Regaño pícara la morocha.

Regresó su vista al frente. Mientras que un rubio movía sus labios en susurro, provocando que la azabache captase sus palabras.

Ya lo arreglaremos después, Princesa.

En el último asiento de la segunda fila, aquel pelirrojo vigilaba disimuladamente a su amada. Recordando el día anterior, un pequeño sonrojo inundó sus mejillas.

«Debería dejar ésta obsesión por ella.»

Pensó en un suspiro. El día de su encuentro, fue divertido y revelador, por fin pudo ser como es frente a la parisina. Claro que eso es muy seguido con Juleka y Rose, sus compañeras de clase, pero con ella, era especial. Sin embargo, aquello no lo satisfacía en lo absoluto. Y menos si él no era el afortunado que se encontraba al lado de la chica. Agreste dirigió su mirar en su dirección, fulminándolo con la mirada, Kurtzberg frunció el ceño, evitando al modelo.

El día avanzó, pasado el receso y las clases de química. Nuestros protagonistas se encontraban en la última clase, de regreso con la misma de cabellos cafés en una cebolla.
La cual no dejaba de temblarle la mano ¿Será cierto aquella pesadilla? Se preguntaba, al mismo que volteó a ver a la oji celeste. Y con su imaginación, intentó dibujarle un antifaz rojo con motas negras.

Rayos.

Regresó rápido al pizarrón, sin poder creer que aquel intento haya quedado tan bien en ella. Sin duda alguna, Marinette Dupain-Cheng era Ladybug.

"¿Qué debo hacer?"

Era la pregunta que cruzaba por su mente.

El Poder De La Creación. El Poder De La Destrucción. (MLB)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora