Objetivo: Neverland

Capitulo 1: Todo es diferente

Narra Dian:

Me encanta estar aquí. Despertarme por las mañanas, al igual que ahora, y sentir el sol en mi cara mientras el movimiento del mar nos lleva a nuevos reinos.

Pero como hay que decirlo todo, echo un poco de menos mi antigua vida, vivir en la casucha que antaño compartí con mi madre y ver todos los días a Jonathan. A él si que le echo de menos. Evitar a los guardias del rey y luchar cada día por sobrevivir. Era divertido. Pero ahora todo es diferente. Tengo una familia y amigos. Una buena vida, supongo.

Seguía tumbada en la cama a pesar de estar despierta, pensando en tantas cosas y en ninguna a la vez. Cuando los rayos del sol alcanzaron mi rostro por fin, pensé que igual ya era hora de levantarse. Y eso hice, me levante de mi cama, que es mil veces mejor a lo que tenia antes y me dirigí a mi armario. Conseguí sacar todos los vestidos y ropa de mujer que había dentro y los sustituí todo por ropa como la que llevaba yo, que me gusta mas y es mucho mas cómoda. Pero no tire los vestidos, sino que los tengo guardados en un baúl, por si algún día me hacen falta, que no lo creo.

Salí de mi camarote y rodee los ojos por toda la cubierta. Todos los marineros a bordo solían tratarme con respeto por ser la hija del capitán, pero muchas veces, me trataban como a uno mas de ellos.

Subí a la zona del timón y vi al capitán dirigiendo el barco, desde que se fue el Sr.Lachowski lo hace mucho.

-Buenos días, amor- Me ha dicho con una sonrisa.

-Buenos días capitán.- Le he dicho yo acercándome.

Las cosas con el capitán siguen igual, sigo sin asumir del todo que es mi padre, y creo que él lo sabe, por que la ultima vez que le llame ''Papa'' fue delante del rey y fue raro para los dos.

-¿Como has dormido?-

-Mejor que hace un par de meses.-

-Me alegro. ¿Has desayunado?-

-No, me acabo de levantar.-

-¿Enserio?- Ha mirado el cielo.- Pues eres una dormilona.- Se ha reído.

-Gracias.- Me he reído yo también.- Voy ha bajar a por algo de desayuno ¿Te subo algo?-

-Ya he desayunado, pero gracias amor.-

He bajado las escaleras, he entrado en la cocina y el cocinero me ha dado un poco de fruta.

Después de desayunar me he acercado al camarote del capitán y he entrado. Al entrar he visto a Robbie sentado en la mesa del capitán trabajando. Ahora es el segundo de abordo, y suele estar aquí, analizando cartas de navegación, divisando nuevos reinos y miles de cosas mas.

-Buenos días segundo de abordo.- He dicho acercándome, él en cambio, se ha dado a vuelta y al verme me ha sonreído.

-Buenos días, Dian.- Ha dicho con una amplia sonrisa.

Las cosas con Robbie van bien. Desde que me marche de Inglaterra, es mi mejor amigo en el barco. Somos buenos amigos, pero cuando me beso en la mejilla aquella vez... Fue algo increíble, una sensación inolvidable. Casi mágica. Pero no hemos vuelto ha hablar de eso. No sabría que decirle exactamente.

-¿Como va todo por aquí?-

-Bueno, igual que siempre, mucho trabajo.- Ha dicho mirando la mesa llena de papeles.

-No es mucho.- He dicho cogiendo una silla y sentándome a su lado.- Te parece mucho trabajo por que no esas acostumbrado a pegar un palo al agua.- Me reí.

-Idiota.- Me ha dicho entre risas y pegándome un toque en el brazo.

-¿Cual es nuestro próximo destino?-

-El capitán me dijo que nos vamos a un reino bastante lejano, pero antes necesitamos pasar por Tortuga.-

-¿Tortuga eh?-

-Si, Tortuga.-

-Bueno, te dejo trabajar entonces.- Me levante y me acerque a la puerta.- Que tienes mucho trabajo segundo de abordo.- Le he vacilado.

-Ya te dije que me llames Robbie, no me gusta demasiado que me llames así.-

-Como quieras rubito.- Me he reído y me he marchado.