Cuatro (Theo James y tú)

Nadie más, sólo nosotros

Capitulo 8

Habían pasado ya algunas horas desde que nos habíamos instalado en el remolque, la noche era cálida y húmeda. Mis pies se encogían con el frio suelo del remolque, no podía dormir, tenía demasiadas cosas en mi mente.
Giré mi cabeza hacia la pequeña cama y ahí estaba Theo, dormía tan plácidamente como si nada hubiera pasado, como si su conciencia estuviera plenamente tranquila, ojalá y así estuviera la mía. Cogí mi bolso y saqué mi teléfono de ahí, tenía cien mensajes de Clayton y ochenta y cinco llamadas perdidas de Vannia, cerré los ojos y presione el teléfono contra mi pecho, ¿cuándo llegará el día en el que todo esto terminará de doler? Dejar las cosas atrás duele, pero nunca pensé que dolería tanto, extrañaba a Clayton, a Vannia, extrañaba mi vida a su lado, pero ahora tenía una nueva vida, una en la que ellos no forman parte, una nueva vida al lado de mi novio y la persona que amo, una nueva vida con Theo.
Unas manos se posaron cálidamente alrededor de mi cintura y me sobresalté, después comencé a relajarme al saber que se trataba de Theo y nadie más, giré mi cuerpo para quedar frente a él y planté un beso sobre sus labios, él sonrió

— ¿Una mala noche? — preguntó Theo besando mi hombro

— Algo así, no he podido conciliar el sueño desde hace más de tres horas

— ¿Por qué no me despertaste? Podría haber estado haciéndote compañía mientras estabas despierta — habló Theo frunciendo el ceño

— Parecías un bebé y a la vez estabas tan sexy que no iba a interrumpirte

— Algo así como... ¿Irresistible? — presionó sus labios sobre mi cuello — Novia — recalcó

Suspiré, la manera en la que Theo lo decía, lo hacía aún más especial, presioné mis labios salvajemente sobre los suyos y posicioné mis manos en su cuello, sus brazos envolvieron mi cintura y fueron subiendo hasta mi espalda, me separé lentamente de él dejando nuestras frentes unidas, mi respiración y la suya se escuchaban entrecortadas

— Vuélvete a dormir, lo necesitas — susurré sobre sus labios

— No me dormiré mientras tú no lo hagas

— Theo...

— Bien, me vuelvo a dormir, pero eso después de que hagamos algo que tenía planeado hacer días antes pero debido a las "circunstancias" tuve que posponerlo

— ¿De qué se trata? — Pregunte acariciando su barbilla

— Mmm, si continúas así tendrá que esperar hasta mañana

Reí

— ¿Me lo vas a decir?

Él hizo una extraña mueca y tomó mi mano sacándome fuera del remolque, estaba bastante oscuro a pesar de la iluminación que aportaban los dos focos que sobresalían de la parte superior del jardín, estábamos rodeados de arbustos, hierbajos y tierra.
Theo estiró sus brazos por encima de su cuerpo y me atrajo con su mano rápidamente hacia él

— ¿Qué hacemos aquí fuera Theo?

— Te he estado entrenando para pelear, y es algo que lamentaré si no consigo enseñarte todo lo que sé- Miró la venda sobre mis nudillos

— Fue mi error en todo caso, no el tuyo — me encogí de hombros

Theo sonrió y besó la comisura de mi boca

— Bueno, creo que un poco de entrenamiento te dejaría lo suficientemente agotada para poder dormir mejor

— No digo que no me guste tu idea pero también podríamos tomar una ducha — Theo levantó una ceja hacia mí pícaramente — Uno después del otro, claramente — reí