Castaño oscuro

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Traté de calmarme y no mantener contacto visual con aquel hombre, ¿por qué tan mala suerte? Me agarré fuerte a mi mochila recordándo que dentro de ella venía una pistola que utilicé en mis primeros entrenamientos con Theo

Me dí cuenta de que el taxi se desvió de la carretera pero finjí no saber que estaba ocurriendo

─ Tomaré un atajo para llegar más rápido a la central de autobuses ─ dijo aquel hombre

─ Uhum ─ contesté sin prestar atención alguna

Miré a mi alrededor, estábamos en medio de la nada, aquello parecía un desierto, si ocurría algo mis posibilidades de escapar y esconderme eran nulas a si que estaba totalmente perdida

El taxi comenzó a detenerse poco a poco, agarré el arma, el frío del metal me causó un escalofrío que recorrió todo mi cuerpo

─ Aparte de una niñita eres muy estúpida ─ insinuó el taxista por el retrovisor

─ Esta niñita estúpida se cargó a uno de tus amigos ─ dije segura de mí misma

─ Vamos... Porfavor, porque estabas con Cuatro, de no ser por él habrías salido corriendo ─ soltó una pequeña risa

─ ¡¿Qué sabes de él?! ─ contesté bastante alterada

─ Le conozco más de lo que piensas querida ─ respondió con una sonrisa bastante aterradora ─ Ahora dime ¿qué se siente cuando prefiere a un arma antes que a ti? ─ volvió a reirse

Esas palabras me causaron mucho dolor, me enervé y le coloqué la pistola en la frente a punto de apretar el gatillo

─ ¡Vuelve a decir eso y estás muerto! ─ chillé

Había tocado mi fibra sensible, Theo

─ ¿Por qué ese enfado muñeca? Si lo que fuiste para él es basura de la que deshacerse

Pensando las cosas puede que ese hombre tuviera razón y que desde el principio para Theo no era nada más que un estorbo, retiré el arma de su frente y me llevé la manos a la cabeza, pero en ese mismo momento unas manos gigantes se agarraron a mi cintura sacándome del coche, pataleé y chillé pero todos mis esfuerzos fueron inútiles, sabía que aquí no estaba Theo para defenderme.

Me colocaron una bolsa sobre la cabeza y me metieron en otro coche, estaba perdida. Tras unas cuantas horas el coche se detuvo, estaba cansada, hambrienta y muerta de sed, en mi cabeza empecé a culpar a Theo por todo esto que me estaba ocurriendo, ahora era yo contra lo que me esperase tras bajar del coche

Alguien me agarró en brazos y tras unos minutos me dejaron en un colchón y me retiraron la bolsa de la cabeza

─ Vaya pero si sigues viva, me sorprende tu resistencia ─ dijo un hombre

─ Alex la quiere viva, recuérdalo John ─ dijo otro hombre que se encontraba a su lado

Les observé pero no entendía nada, había escuchado hablar de ese tal Alex pero no recordaba nada ¿Qué querían de mí?

Ambos hombres salieron de la habitación dejándome atada de pies y manos a una de las paredes. Después de lo que pareció una eternidad un chico moreno de ojos azules entró con una bolsa cerrando la puerta con llave

─ Hola, te traje algo de comer y beber ─ dijo señalando la bolsa ─ Supongo que estarás hambrienta

Sacó un plato de pasta y una botella de agua y los dejó encima de una mesa de metal, el chico sacó un cuchillo y yo por inercia retrocedí

─ Tranquila, no pretendo hacerte daño ─ sonrió ─ Necesito soltarte para que puedas comer

Asentí y acerqué mis manos al cuchillo dejándole cortar la soga, me quedé mirándolo fijamente y él hizo lo mismo, no parecía ser de los malos, pero no podía bajar la guardia

─ Gracias ─ murmuré antes de atacar el plato de espaguettis, no me daba corte comer de esa manera delante de él, estaba hambrienta

─ ¿Cómo te llamas? ─ preguntó sin apartar la mirada de mí

─ No te interesa

─ Tranquila, no pretendía decirselo a nadie ─ su rostro se entristeció

─ Soy Danielle

─ Encantado Danielle, yo soy Jason ─ me agarró la mano para saludarme

─ ¿Por qué estás aquí? ─ me atreví a preguntar

─ Porque me parece injusto lo que está haciendo mi padrastro contigo

─ ¿Tu padrastro..? ─ pregunté frunciendo el ceño

─ Alex James, él planeó tu secuestro y por eso estás aquí ─ aclaró

Él era el famoso Alex y se apellidaba James, era familiar de Theo, ahora estaba confundida y mareada ¿Por qué un familiar iba a querer hacerle daño?

─ Eres la novia de Cuatro ¿verdad? ─

─ Ya no ─ Se me hacía raro que se refirieran a él como Cuatro para mi era Theo, el chico que me había cambiado la vida

─ Algo me habían comentado ─ rascó su nuca

Se puso de pie y me dejó sola en aquella habitación, parecía preocupado, volvió al rato con una cajita de tinte

─ ¿Para qué es eso? ─ pregunté asustada

─ Alex ha ordenado que debes teñirte el pelo, desconozco todavía su propósito ─ se sentó a mi lado ─ Mira Danielle, yo no quiero hacerte nada malo pero lo mejor es que le hagas caso sino todo será mucho peor

─ Lo entiendo perfectamente, si tengo que hacerlo para salvarme lo haré ─ agarré la caja de tinte

Jason sonrió y me di cuenta de que era bastante atractivo. Me apliqué el tinte, era castaño oscuro, casi negro, pero Jason tenía razón, desobedecer esa orden me traería graves consecuencias asi que no dude en hacerlo

Pasaron ya algunas horas desde que Jason me dejó sola en aquel cuarto medio oscuro y sólo quería ver mi nueva imagen, caminé hacía al baño procurando no hacer ruido y me miré en el espejo, era una nueva Danielle, ni yo misma me reconocía pero sabía que me acabaría acostumbrando.

Volví a la habitación y tapé mi cuerpo con la sábana que Jason me había prestado, solo rezaba por volver a ver a Theo pero dudaba de que se hubiera enterado de esto

Todo se había vuelto un completo desastre, estaba en problemas y no sabía como escapar de ellos, si de algo estaba segura era de que tendría que volverme una asesina para sobrevivir

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Cuatro (Theo James y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora