Don't Say You're Lazy (TOTAL DRAMA, Nemma)

Capítulo 14: La fiesta.

Finalmente, el día de la tan esperada fiesta llegó. Emma tenía trabajo pendiente de días anteriores y en ese mismo momento pagaba por no haber hecho todo eso antes. La música a volumen alto no le permitía concentrarse del todo en el papeleo que se encontraba frente a sus ojos, postrado en ese enorme escritorio.

La fiesta comenzó temprano, a las siete y se sabe que estarían hasta el amanecer festejando. Doce horas serían, una barbaridad. En todo caso, los inspectores andaban vigilando que los alumnos no hicieran cosas indebidas y se mantuvieran en el área de entretenimiento que era el gimnasio.

A la rápida hizo las cosas la muchacha, no quería guardar más trabajo para el día siguient... semana siguiente. Era viernes. Los alumnos no se retiraron como de costumbre por la fiesta y lo harán el día de mañana. Ella consideraba irse, no obstante, prefirió quedarse para pasar tiempo con su pareja.

Y así fue, apenas acabó, fue a tocarle la puerta y se besaron con mucha ternura.

— Creí que te irías a casa —comentó el castaño después de que ella entrara a la habitación y cerrara la puerta.

— ¿Tú te irás? —negó— Entonces, yo me quedo.

— Oh, bien —sonrió de forma tímida.

— ¿Te parece si salimos a comprar unas pizzas y nos quedamos jugando toda la noche los dos en la computadora? —sugirió mientras le hacía ojitos para que no rechazara la idea.

— Um, claro, vamos.

...

— Amor, ¿me dejas jugar? —consultó ella, haciéndole un puchero muy adorable. Él rodó los ojos.

Ambos estaban recostados sobre la cama de Noah y tapados con las mantas hasta arriba. Abrazaditos, ella acurrucada en el pecho de él... después de comer comida chatarra, allí estaban compartiendo un momento meloso... no del todo, el castaño con una mano tenía abrazada a su novia y con la otra jugaba COD en la laptop.

— Vamos, déjame jugar —repitió su deseo, en un tono de voz tierno para no sonar muy pesada.

— Ugh, bueno, pero los dos. Tú me ayudas.

— Vale —y se acomodó para poder alcanzar el teclado.

Les costó coordinarse en el tema de quién hacía qué, al menos les funcionaba. Por cada pantalla de carga, ellos se besaban apasionadamente. Llegó un instante en que se cayó el sistema y los besos se prolongaron un poquito más, al punto en que la partida continuó y ellos ni cuenta se dieron.

Y cuando lo hicieron, demasiado tarde, ya los habían matado. Apagaron la laptop y prosiguieron como si nada con la sesión de besos apasionados, lentos y plagados de gozo.  Tan ameno, tan gratificante. No siempre tenían la oportunidad de besarse de esa forma, pero cuando la tenían, definitivamente la aprovechaban al máximo y no se les olvidaba ningún detalle.

Acariciándose delicadamente sobre la ropa, todo iba de maravilla hasta que...

— ¡NOOOAAAAAHHH! —escucharon a Owen gritar desde afuera de la habitación, la pareja se separó de inmediato puesto que con eso se les "murieron las pasiones"— ¡NOOAAAHH, PEQUEÑO AMIGO, VEN!

Un tanto incómodo, Noah se levantó de la cama y fue a abrirle la puerta, su amigo parecía desesperado.

  — ¿Qué ocurre? —consultó en desconfianza de que fuera algo grave o inteligente siquiera.

— ¡Kitty desapareció! ¡Entré a su cuarto y no estaba!

  — Ah, ¿qué? —se sobresaltó.

— ¿Que Kit, qué? —dijo Emma, levantándose de la cama, colocándose al lado del castaño— ¿Qué fue lo último que sabes de ella?

— Dijo que tú la estabas llamando en el celular y salió del gimnasio para contestar la llamada, pasó como media hora y no había rastro.

— Ella nunca me llamó —contestó impresionada, sabiendo que lo puso como excusa para hacer alguna tontería. Suspiró—. ¿Estás seguro de que no está en ninguna parte? —le asintieron— Mierda... 

— ¿Crees que se habrá escapado? —sugirió Noah.

— ¿Y con quién? —frunció el ceño— Me pudo haber avisado, ¿no creen?

— ¿Recuerdas la frase que siempre le dices? ¿Y recuerdas la frase que siempre te dice?

"Mientras estés aquí, yo hago el papel de mamá y papá.""¿Y cuántas cosas no le ocultaste tú a mamá?" fue lo que llegó a su mente, gruñó en frustración, tenía sentido.

  — ¿Y a dónde habría ido? —ellos hundieron los hombros— Owen, ¿estás seguro de que Kitty no está por ningún sitio del internado?

— Con Cody y Tyler aún no terminamos de recorrer todo el lugar.

— Pues, vamos.

...

Emma casi se desmaya al encontrar a su familiar en... no en la situación más gratificante de todas. Se separaron para que cada uno fuera por sus propios medios, ya eran más de las doce, al final, la pareja de novios acabó buscando en conjunto y al casi rendirse, mientras subían las escaleras hacia sus habitaciones, encontraron a la muchacha de coletas bastante pasada de copas, sin su típico peinado y dormida sobre los peldaños.

— Oh, Dios mío... —murmuró al verla, se agachó para observarla más de cerca y asegurarse de que no le hicieran otras cosas, revisó sus bolsillos y otras cosas. Nada raro— Noah, ¿crees que se desmayó por algo o cayó ahí no más?  —él se encogió de hombros— ¡No me estás ayudando!

— Lo siento —rodó los ojos—. Necesito más información para poder sacar conclusiones de algo, lo mejor sería llevarla a su habitación y dejar que descanse, seguro mañana hablará contigo de eso.

— Tienes razón —suspiró—. Tú ve a mi habitación y espérame allí, ¿sí?

El castaño asintió y se retiró de allí. La mayor cargó a Kitty entre sus brazos y la condujo hasta su habitación que no iba cerrada con llave, la acostó sobre su cama, además de revisarla mejor en caso de que alguien haya tratado de hacerle algo, seguía sin hallar nada raro.

También revisó si no le faltaba ninguna cosa de valor en caso de que alguien entrara a robar. Nada tampoco. ¿Tan ilesa fue que quedó? Emma pensaba que pasó lo peor y fue tranquilizándose al darse cuenta de que quizás no fue para tanto. A la mañana siguiente charlaría del tema.

Profundamente dormida, no valía la pena despertarla en aquellos momentos. Se retiró de la habitación, dejándola bajo llave y fue a su cuarto, donde charló a solas con su novio de un par de asuntos, además de pedirle que por favor durmiera con ella, porque sentía que no podría dormir sola estando tan preocupada por su hermanita y requería que alguien le brindara apoyo moral. Él aceptó sin pensarlo más de dos veces.