Capitulo 4

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   A la mañana siguiente Dipper despertó algo desorientado pues los calmantes que le administraban cada noche antes de dormir lo aturdían algunos minutos al despertar.

   Se movió con algo de dificultad por la cama. Cuando pudo ponerse de pie se dio cuenta de que el cuaderno donde escribía estaba abierto.
Con algo de miedo fue hasta donde estaba y lo que vio lo desorientó más de lo que ya estaba.

   No sabía cómo, ni cuándo, ni porqué, pero alguien además de él había escrito en el cuaderno parte de la historia que estaba narrando.
Sonrió para mismo al reconocer la letra.

—Maldito seas, Bill.

   Comenzó a leer lo que el rubio había anotado en la libreta y se sorprendió un poco al ver que recordaba todos los detalles de ese día tanto como él.

   Cuando llegó a la parte final, un notable sonrojo inundó sus mejillas y parte de su nariz, pues lo que estaba escrito no era nada mas ni nada menos que el momento justo cuando lo habían hecho.
Maldijo entre dientes para luego sonreír y tomar el lápiz.

—Estúpido rubio— se dijo a mismo y prosiguió con la narración.

   "A la mañana siguiente un agudo dolor de cadera y espalda le impidió a Dipper levantarse de la cama..."



Wolf In Sheep's ClothingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora