Capítulo 7

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   Dipper despertó, y como todas las mañanas en aquel monótono hospital Bill no estaba, pero había una nueva parte de la historia en el cuaderno.

   Sin vacilar fue directo al pequeño cuaderno y al leer todo lo que el rubio había escrito un calor inexplicable invadió sus mejillas y su pecho. Con una sonrisa, la más sincera que había dado en meses, llevó una mano a su pecho y se acurrucó feliz en el suelo.

—Estúpido rubio, esa maldita apuesta me hizo sentir realmente querido por primera vez en toda mi vida.

   No iba a perder más tiempo, quería comenzar a escribir para llegar a la parte donde cayó rendido a los pies del rubio, sin embargo una enfermera entró a la habitación, alarmando un poco al castaño pues no tenía tiempo suficiente para esconder el cuaderno.

—Buenos días Mason, ¿cómo estas?.— preguntó amablemente la enfermera mirando al castaño.

—Escucha, se que no nos conocemos y no tendría porque hablar contigo, pero quiero que te quede algo bien claro: odio mi nombre así que NO me llames "Mason".— comentó con una expresión que reflejaba molestia.
Supuso que la mirada que le dio a la enfermera debió haber sido escalofriante puesto que había quedado aún mas pálida de lo que ya era.

   Escuchó como todos los pacientes salían: era hora del desayuno.
Sin mirar a la asustada enfermera salió del cuarto con el cuaderno escondido entre sus prendas, pero no sin antes mirar con una sonrisa a la mujer y pegar un grito que la alarmó aun mas.

Wolf In Sheep's ClothingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora