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Narra Sofía

Al despertarme, me llegó un e-mail de Charlie, cosa que, la verdad, no me esperaba para nada. Así que, por el bien de los viejos tiempos, decidí responderle.

"Querido Charlie:

He de decir que tu carta no solo me a hecho sonreír y me ha alegrado el día, también me ha traído viejas memorias de cuando nos escribíamos todos los días. De veras que espero vernos pronto, porque a pesar de mi orgullo, te diré que te extraño.

Me acuerdo de los estúpidos apodos que te ponía, me acuerdo de lo tonta que era para no admitir que me gustabas, Charlie. Y sigo siendo así, lo que pasa es que cuando estoy contigo, es imposible no mostrar mis sentimiento. Porque sí, me encanta tu voz, me encanta tus aspecto, pero sobre todo... Me encantas tú, Charlie. Nunca lo olvides.

Eres tan adorable y amable... Fuiste tan bueno conmigo y yo te trataba así. Lo siento mucho, pero al menos ahora ya sabes por qué  me comportaba así.

Siento que mi carta sea tan corta comparada con la tuya, pero tengo mis razones; ¿quieres hacer Skype esta tarde?
Si es así, te estaré esperando.

Te quiere,

Sofía"

Presioné el botón de enviar, esperando una respuesta. Seguía sin creerme todo el tiempo que había pasado y que finalmente podamos volver a hablar.

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