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Narra Charlie

Me había despertado muy temprano, incluso me atrevería a decir que demasiado. Mi avión salía a las siete de la mañana y me levanté a las cinco. Tenía mucho sueño, pero a la vez estaba emocionado. No había dormido en toda la noche, nervioso, imaginándome qué diría Sofía, cómo sería su cara... Todo en mi cabeza era perfecto, sorprendería a Sofía de la manera menos esperada posible. Tenía planeada una lista de cosas de qué hacer y de alguna manera me las arreglaría para no estar hecho un manojo de nervios.

Salí con mi maleta tras despedirme de mis padres entrando en el aeropuerto. Mi madre parecía muy preocupada pero a la vez bastante jovial, sonriendo melancólicamente mientras me daba un beso en la mejilla de despedida.

Nada muy importante ocurrió en el aeropuerto, de hecho, me atrevería a decir que todo fue muy aburrido. Pero cuando pisé el avión, nada parecía real. No me parecía posible estar haciendo esto, ir a ver a la encantadora y sonriente Sofía que no abrazaba desde hacía demasiado tiempo. A pesar de aquello, sentía que nunca habíamos perdido contacto. Recordaba perfectamente el día que me tuve que despedir de ella, pero no me podía imaginar el día en el que recobramos contacto. Era una sensación extraña, haber vuelto hablar con ella hacía unos meses y ahora, que es su cumpleaños, ir a verla.

Parece cosa de locos, ¿verdad?
Supongo que no estoy tan cuerdo del todo, pero agradezco que sea así, pues prefiero ser tan cuerdo como una cabra y recorrer cualquier distancia, a no poder ver a la persona que amo.

Me senté en el asiento del avión y miré el techo. ¿De verdad esto estaba ocurriendo? Soy muy consciente de que ya lo he mencionado, pero a pesar de haberme imaginado el momento que vería a Sofía con mis ojos y no a través de una pantalla, no podía asimilar el hecho de que en unas horas aquella fantasía que llevaba en la cabeza desde el día que me fui, se haría real.

Una pareja mayor se sentó al lado mío, parecían muy felices. El hombre tenía el pelo negro como el carbón y su mujer de un color rubio claro. Ambos tenían mechones de pelo de color blanco y piel un tanto arrugada, ya que, según lo que calculé, tenían más de sesenta años. La mujer se sentó al lado mío y su marido la siguió, agarrándola de la mano. Yo me encontraba en el lado de la ventana, observando el paisaje, pero cuando noté a alguien al lado mío, me volteé y sonreí a la jovial pareja.

-¡Hola! -exclamó la mujer contenta a la vez que se acomodaba en su asiento.

Me extrañó que tomará la iniciativa de hablarme en español, ya que yo vivía en Londres, y todos allí hablan inglés. Sin embargo, decidí no objetar nada sobre aquella sorpresa.

-Hey -respondí yo.

-Nos vamos a sentar aquí, si no te importa, claro -dijo el hombre mientras sacaba un periódico de su brazo.

-Claro, no hay problema -añadí con una sonrisa. Hice una pequeña pausa y decidí presentarme-. Por cierto, me llamo Charlie.

-¡Qué bonito nombre! -exclamó la mujer-. Yo soy Rose y este es mi marido, Robert -la mujer, al ver que su marido no se inmutaba, le llamó la atención susurrando-. ¡Robert! Saluda al chico.

Robert sacó la cabeza del periódico que estaba leyendo y bajó sus gafas de media luna, mirándome con suspicacia.

-¿Qué hay en Madrid que te interese, chico? -preguntó Robert, a la vez que se volvía para seguir leyendo.

-Bueno... Tengo planeado ver a una vieja amiga -dije nervioso con una sonrisa-. Hace más de un año que no nos vemos, voy a visitarla como sorpresa de cumpleaños. Y ustedes, ¿qué harán?

-Aw, ¿has oído Robert? -Rose se molestó al descubrir que su marido no estaba escuchando nuevamente. Le agitó el brazo para que prestara atención-. ¡Robert!

Su marido la miró asustado, pero la mueca que había puesto desapareció al darse cuenta de que solo se trataba de mí.

-Deja al pobre chico, ya estará cansado de escucharnos.

-Perdónale -se disculpó Rose-, solo está celoso. Él nunca haría eso por mí -añadió guiñándome un ojo, indicando que lo decía en broma.

El hombre gruñó y yo reí. Podía parecer raro, pero me imaginé a mi y a Sofía de mayores. ¿Seríamos así? Me estaba precipitando demasiado, pero no pudo evitar pensarlo. Temía que en futuro, ni si quiera fuéramos amigos. Al fin y al cabo, teníamos diecisiete años, todavía teníamos mucho por delante. ¿Y si somos las típicas amistadas que solo duran el tiempo que estás en el instituto o universidad? ¿Y si Sofía conocía a otro?

Sacudí la cabeza, prefería no pensar en eso. Tenía fé en que Sofía me siguiera queriendo, que no me hubiera olvidado.

Cerré los ojos y exhalé aire lentamente, siendo Sofá mi último pensamiento antes de caer en un largo sueño.

-x-
Me encantó escribir este capítulo, intenté que Charlie se expresara más y así supieran la que pasaba por su cabeza.
He de decir que me metí tanto en el papel, que hasta me emocioné.

No prometo nada, pero tengo planeado publicar otro capítulo extra como recompensa por esperar 7u79

PERO ANTES QUE NADA.
LE DEDICÓ ESTE RE HERMOSO (ahre no) CAPITULO A:
*manifiéstense en los comentarios 7u7*

-LailaSepulvada
🙈
-AgustinaCure
💞
-Zetino99
❤️🌚❤️

No podía elegir a nada más uno ;-;
Gracias a todos los que leen, especialmente a las personas ya mencionadas. De verdad que han hecho que siempre tenga más y más ganas de escribir :3

Por último, quiero pregúntales:
¿Cuál es su canción favorita en el momento?

Quiero oír su gusto musical 7u7. Si comentan la suya, les responderé con una de las mías.
Sinceramente no importa la cantidad de comentarios que haya, mi lista de canciones favoritas es muy larga B)

-GB

OUR LIFE; 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora