42. (Parte 1)

294 32 4
                                    

Narra Charlie

Me desperté con dolor de espalda, no había dormido lo más cómodo posible. Había estado despertándome por la noche continuamente lo que causó que también, me despertara más tarde de lo usual. También me desperté con un sentimiento de melancolía, sabía que hoy era mi último día en Madrid. Me causó gran tristeza haberle dicho que no a Sofía cuando me ofreció quedarme en su casa, pero es que simplemente, no podía. En primer lugar no quería molestar a sus padres a esas horas, seguramente querían celebrar el cumpleaños de su hija en familia, sin un extraño que está saliendo con ella. Y en segundo lugar, tenía que saludar a la familia de mi mejor amigo, había pasado mucho tiempo desde la última vez que los vi.

Miré mi reloj en la mesilla de noche necesitaba saber qué hora era.

-¿¡Doce y media!? Oh no, no, no, no, ¡no!

Revisé mi móvil rápidamente, rezando por que aquel reloj tuviera tres horas adelantadas. Y para mi desgracia, no solo descubrí que no estaba equivocado sobre la hora, pero tambíen 10 notificaciones de Sofía:

Tres llamadas perdidas, seis mensajes y un correo.

Estaba muy fastidiado, por no decir muerto.

Sofía: Hola Charlie
Todo bien?
Te acabo de llamar
Te espero en mi casa, mis padres quieren conocerte antes de que te vayas
A las 12 de la tarde
Estás ahí?

Empecé a sudar bruscamente. Si había recurrido a enviarme un correo algo debía haber hecho mal y seguramente no me lo perdonaría. O sí, Sofía es muy comprensiva conmigo, conseguiría que me perdonara. Pero de repente, lo recordé.

-Son las doce y media. Quedamos a las doce.

Genial.

Me puse lo primero que vi y salí corriendo del hotel a coger un taxi, ya que no tenía tiempo a llamar a James y esperar a que viniera.

Varios taxis pasaron de largo a pesar de no tener pasajeros, lo cual me enfureció. Sin embargo, al cabo de unos cinco minutos esperando, finalmente un hombre me recogió y sin más dilación, nos pusimos en marcha. Mientras conducía, saqué el móvil para utilizar la cámara interior de espejo. Por mucha vergüenza que me dé admitirlo, di un respingo al ver mi aspecto. Mi cabello estaba enredado y tenía un ligero rastro de barba. Luego me dedicar a ver mis prendas; llevaba una chaqueta verde oscuro y una camiseta roja, nada fuera de lo normal. El problema se encontraban en mis pies. ¿Calcetines diferentes? Ojalá.

Zapatos distintos es lo que tenía yo.

Probablemente tantos taxistas habían pasado de mí porque pensaban que estaba loco o que no tenía dinero suficiente para prendas y mucho menos para taxis. De repente mi ira desapareció pero vergüenza ocupó su lugar.

Llegamos a la casa de Sofía y pagué al taxista después de darle las gracias. Me bajé del coche y éste salió disparado hacia una dirección a destino no conocido, dejándome solo, frente a la puerta de la casa de Sofía, preguntándome qué me esperaría al tocar el timbre.

-x-

Me temo que el próximo capítulo será el último, he ahí el porqué de "(Parte 1)".
Como en el primer libro, haré un epílogo y agradecimientos. Y al acabar la novela, me pondré a editarla.

No sé cuándo publicaré el próximo capítulo, pero intentaré que sea el próximo fin de semana.

Gracias por su paciencia y espero que estén teniendo un buen fin de semana.

-L

OUR LIFE; 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora