Sofía se encontraba en la cocina cuando, de repente, recibió una llamada. Se extrañó al ver que aquel era número desconocido. Pero sin hesitar atendió el teléfono mientras se metía un trozo de muffin en la boca.
-¿Si? -dijo masticando la comida.
-¿Sofía? ¡Soy Charlie! -saludó la voz del teléfono.
Se había olvidado que tenía que hablar con Charlie por completo y al pronunciar él su nombre, tragó rápidamente la comida de la sorpresa. Mala idea, ya que empezó a toser y Charlie no entendía qué ocurría.
-¿Estás bien? -preguntó con preocupación en su voz.
-Sí, sí, sí -dijo Sofía entre toses-. No-no te preocupes.
-¿Estás segura? Parecía como si no te agradará mucho mi llamada.
A este punto Sofía tenía el corazón que parecía que se le iba a salir del pecho. La voz de Charlie se había hecho más grave y ronca con los años, lo que a lo mejor, le parecía agradable.
-Sí, sí, tranquilo. Es que... -dijo tras llenar un vaso de agua y unas risitas más agudas de lo normal-. Es que he estado... ¡Muy enferma! Eh...
Para darle más realismo a su actuación, tosió unas cuantas veces más. Sin embargo, no sirvió de mucho, ya que en vez de darle más realismo, hacía más evidente que estaba mintiendo.
-Pareces nerviosa... -dijo Charlie con un tono un tanto arrogante.
-Yo-yo, ¿nerviosa? No-no, estoy estupenda, genial, ¡fantástica!
-Ajá... ¿Así que ya no estás enferma? -preguntó, insinuando que Sofía estaba mintiendo.
-Em, yo... -suponía que Charlie ya sabía que estaba nerviosa, por lo que intentó cambiar de tema-. Oye Charlie, ¿te ha cambiado la voz? Ahora está muy grave y la verdad, me gusta bastante -dijo rápidamente, tras otra risita-. Quiero decir, tener la voz grave no es malo, también la tienes ronca. Ese tipo de voces me encantan. ¿Sabes? Podrías ser presentador de un programa, harías un buen trabajo, ¡y yo lo vería seguro!
Lo dijo todo tan rápido que ni sabía las burradas que había soltado. Pero tan pronto como fue consciente de lo que había dicho, ya se estaba arrepintiendo y deseaba aplaudirse la cara con dos ladrillos.
Lo peor de todo, fue cuando oyó las risas de Charlie al otro lado del teléfono. Pero a decir verdad, parecía que su carcajada también le agradaba bastante a Sofía.
-¿Te encanta mi voz? -se burló Charlie extrañado entre risas.
La cara entera le ardía. ¿Qué iba a pensar Charlie? ¿Por qué se había puesto tan nerviosa? Tenía que arreglar este desastre de manera inmediata. Al fin y al cabo, el orgullo era algo que no podía perder en frente de él.
-Realmente no, solo lo decía para que te sintieras bien -al oír esto Charlie soltó otra carcajada sarcástica-. Tu voz es realmente horrible créeme, me recuerda bastante a la de un chico pre-adolescente. Además, ¿de qué te ríes?
-Me hace gracia que hayamos intercambiado personalidades. Ahora tú eres la dulce, nerviosa y sensible Sofía y yo soy el seguro de sí mismo y bastante varonil Charlie -dijo, soltando una carcajada, esta vez en un tono arrogante.
Al oír este comentario, a Sofía le hirvió la sangre. No le gustaba parecer débil y mucho menos que Charlie la viera como la "dulce, nerviosa y sensible Sofía". Sin embargo, no debía perder los nervios, por lo que respiró profundamente, tomó un sorbo de su vaso de agua, y respondió:
-¿Qué te hace pensar eso, idiota?
¿Se había pasado con el insulto? ¿Y si se sentía ofendido y no le volvía a hablar jamás? ¿Desde cuando era ella tan insegura?
-¿En serio quieres que te lo diga? "Oh, Charlie -intentó imitar la voz de Sofía, simplemente haciendo la suya más aguda-. Me encanta tu voz, es muy grave y ronca. Te quiero tanto Charlie, pero no te lo digo porque soy una tonta y en vez de admitirlo, hago que me enfado contigo y te insulto. Además, soy tan guay que en vez de decir que me pones nerviosa digo que estoy enferma" -y añadió además, unas risitas agudas, burlándose de las risas nerviosas que soltaba Sofía.
-¿Así? Pues que sepas, que tú eres un...
-¿Un idiota? -dijo con voz de pito, otra vez intentado irritar a Sofía.
-¡Argh! ¡Te odio... Muchísimo!
-¿Casi tanto como odias mi voz? -preguntó bajando mucho de tono la voz, lo que le dio un escalofrío a Sofía.
Ella soltó una risa sarcástica, también podía jugar a ese juego.
-No, Charlie, no... A tu voz la soporto, a ti sin embargo, te quiero...
-¿Qué?
-Matar -terminó Sofía con una sonrisa y luego soltando una carcajada.
No hubo respuesta alguna por parte de Charlie, solamente un suspiro y una risa grave, en voz baja.
-Sofía ha vuelto -aquello fue lo último que dijo Charlie antes de acabar la conversación.

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OUR LIFE; 2
Cerita PendekSegunda parte de "UN DIARIO DE DOS" "Tal vez el universo es simplemente caprichoso..." La historia de dos jóvenes que se unen tras una red social y sin saberlo caerán poco a poco en un juego del que no se puede salir. Hablarán el uno con el otro si...