Cap#5 Enmascarada, la millonaria desconocida.

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Me levanté y me dirigí a mi cuarto en el camino me encontré a Matilde la pobre ilusa intentaba comunicarse con mi madre como si eso era posible... ella siempre que iba de gira, olvidaba todo y a todos.
Jamás respondía una llamada.

Subí a mi cuarto, es un enorme cuarto de paredes color beige y amplios muebles de la mejor madera junto a una cama donde cabrían hasta diez personas sin exagerar.
Pero entre tantas cosas no existía nada interesante... hasta que me acordé de aquella peluca que había comprado. Su horrible color lo iba a cambiar.
Empeze con mi tarea, sería color negro azulado con puntas color azul en ondas al final.
Era algo simple tomando en cuenta que había tomado un curso para hacer eso.

Al finalizar estaba perfecto tal como lo veía en mi imaginación.
Era el día, hoy debía empezar de cero.
Desde hoy habrían dos yo. Una sociable que no le importaba la crítica ni los periodistas una que viviría su vida sin límites. Una que sería feliz.

Y estaría también la otra, esa sería como soy ahora. Sola, fría, triste hasta insensible.

Me vestí con un vestido azul. De un corte elegante con aperlado en el pecho y una falda que se dividía en dos mostrando las rodillas

Estaba perfecta.. sólo necesitaría un documento falso no puedo dar mi identificación crearían que es falso o no serviría el cambio de look. Cualquiera no me convenía.

Llegue a una fiesta y deje mi auto unos metros más lejos. Luego continúe caminando e hice la fila felizmente iba rápido y sólo revisaban que no fuera algún arma o drogas. Al entrar todo el lugar estaba lleno personas por todo lado bailando,bebiendo o simplemente con sus amigos haciendo el ridiculo.

Camine hasta donde vendían copas y me compré un trago lijero no planeaba emborracharme después me fui a la pista de baile.
Sonaba una canción que nunca había escuchado pero al ver la forma de bailar de las chicas le tomé el ritmo.. al final bailaba más sensual que ellas.

Chicos muy guapos bailaron conmigo y entonces entendí porque un vestido así era una muy mala opción en ese lugar.
Aburrida me salí y me volví a montar en mi auto conduge sin destino. Hasta que vi un evento que llamó mi atención era para personas como yo, con dinero se notaba en las personas que dejaban entrar.

Decidí probar suerte estacione mi auto una calle más lejos y camine con elegancia y clase hasta donde estaba el guarda.
─¿que debo hacer para entrar?─
─algunos son miembros V.I.P solo dicen su nombre, pero si no lo eres. Debes pagar un monton que no cualquiera puede.─
─perfecto, ¿de cuanto hablamos?─
─se lo acaba de decir señorita, una mujer como usted no podria pagar la entrada─
─se lo pedire por ultima vez con amabilidad antes de hablar con su jefe. ¿cuanto es?─
─tres mil dolares─
─jaja ¿tan difícil era? Tome, (extendiendo tres mil quinientos) quedese con la propina.─

Sus ojos casi se salían. Y yo tras una sonrisa orgullosa camine con la frente alta hasta adentro.
Claro que este era mi mundo, mujeres bien vestidas divirtiéndose hombres guapos hijos de papis con sus buenos modales tratando llevarse mujeres ingenuas a la cama.

Que divertido ver como en los barrios bajos y en los mundos de clase existe igual estupidez. Las mujeres de aquí se creen mejores por tener dinero pero al final no pasan de ser simples cuerpos utilizados por hombres de más recursos.

Pero en lo que si estoy también de acuerdo es en que no es lo mismo ser llevada a la cama por un hombre que sepa como seducir y hasta en ocasiones comprar los deseos de su mujer del momento.
A ser llevada por alguien sin nada de educación.

Los licores eran exquisitos tanto que no sabía cual escoger.
Y como si el destino tuviera la obsesión con abofetearme me lo encontré, era él.

Kamilay: Notas De MuerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora