Evocación: El Legado de los Black

Capítulo 13. Cambio de estación II

Era una fría noche de otoño y el viento soplaba con fuerza. Ubicada a las afueras de Hogsmeade se encontraba una pequeña casa en cuyo interior se encontraban dos hombres platicando.

Arthur— Molly me dijo que no te preocuparas, ella cuidara bien de Tonks y el pequeño Teddy estos días.

Remus— Gracias...

Arthur— No tienes nada que agradecer, estoy seguro de pasar unos días en la casa de Bill y Fleur les sentara bien y más ahora que se ha confirmado el embarazo de Fleur... Bill está feliz con la noticia.

Remus— Sonrió al ver la alegría de Arthur. — Tú y Molly también deben haberse vuelto locos cuando se enteraron.

Arthur— Nos tomó por sorpresa... No puedo creer que voy a ser abuelo ¿Puedes creerlo? Voy a ser abuelo. — Dijo con una sonrisa de total felicidad.

Remus— Estoy seguro de que serás un gran abuelo.

Arthur— Sé que no es el momento para hablar de esto, pero algo está pasando.

Remus— ¿A qué te refieres?

Arthur— Repentinamente todas las actividades de los seres oscuros se han detenido.

Remus— Miro a Arthur detenidamente. — ¿No se supone que Kingsley estaba llegando a un acuerdo con ellos?

Arthur— Miro a Remus antes de contestar. — Así era... pero al parecer algo sucedió. No sabemos que puede ser... lo único que sabemos es que las fronteras de Wilshire se han cerrado.

Remus— ¿Qué hay con Wilshire? — Pregunto confundo al escuchar mencionar uno de los lugares malditos de Inglaterra.

Arthur— Hace un par e días me entere de que Wilshire es el hogar de los hombres lobo y vampiros.

Remus— ¿Qué?... Eso es...

Arthur— Al parecer al igual que nosotros, ellos crearon una comunidad ahí hace unos siglos.

Remus— ¿Una comunidad? — Pregunto confundido.

Arthur— Asintió. — Al parecer muy pocas personas saben esa información.

Remus— ¿A dónde quieres llegar con esta conversación, Arthur?

Arthur— En este momento se puede sentir mucha tensión, no solo en el ministerio... también en la comunidad mágica puede sentirlo.

Remus— Miro detenidamente a Arthur, y pudo percibir la importancia de lo que estaba a punto de decir y un repentino escalofrío recorrió su columna vertebral. — ¿Realmente que es lo que está sucediendo?

Arthur— Como sabes, Kingsley estaba trabajando en llegar a un acuerdo con algunos seres oscuros. Ya que debido a la caza indiscriminada que hizo Banks los viejos rencores resurgieron. Lo que llevo a que empezaran a haber varios enfrentamientos entre nosotros y ellos... No te parece misterioso que de un momento a otro toda actividad de las criaturas oscuras se ha detenido abruptamente...

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Kingsley se encontraba en su despacho. Varios pergaminos se encontraban distribuidos en el enorme escritorio, mientras los estudiaba detenidamente. En momentos como ese echaba de menos a su viejo mentor y amigo, Albus Dumbledore. Tenía que idear una estrategia antes de que las cosas se salieran completamente de sus manos. Sin embargo sus pensamientos se desviaron al fuego que crepitaba en la chimenea de la oficina. Las llamas repentinamente crecieron y se tornaron de color verde repentinamente y de esta apareció un hombre alto y delegado de cabello grisáceo vestido con un impecable traje negro y gris.

El anciano que salió de entre las llamas se sacudió un par de cenizas de sus hombros, ante el asombro del primer ministro que sostenía su varita en mano. Nadie podía usar la red flu de la oficina del Primer Ministro sin una autorización previa y el no había dado esa autorización. El hombre que estaba frente a él no era un simple mago.

— Disculpe mi abrupta entrada Primer Ministro, pero recibí órdenes directas de hablar con usted antes de que termine esta noche. — El intruso hizo una pequeña reverencia al posar sus ojos en Kinsley.

Kingsley— ¿Quién es usted? ¿Y bajo órdenes de quien ha interrumpido en mi oficina? —Dijo sin bajar su varita.

— Soy Sebastián Hood y me encuentro aquí por órdenes de la familia real.

Kingsley— Bajo su varita levemente. — ¿La familia real?

Sebastián— Si, el principal motivo de mi visita esta noche es para informarle que la familia real está por regresar a Londres.

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Era una mañana nublada y todo el colegio se encontraba rodeado por una leve neblina un par de gotas de lluvia se precintaban al suelo.

Hermione se encontraba parada en el pequeño muelle del lago negro contemplando el hermoso dije que su madre le había mandado esa mañana. Era un hermoso dije rectangular que tenía grabado una hermosa flor en un escudo. El cual desprendía un agradable aroma entre una mezcla de lavanda con otra fragancia que no sabía identificar ya que era un aroma muy sutil. Sin embargo le parecía extrañamente familiar.

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Argus Filch se encontraba maldiciendo internamente tener que encontrarse en la puerta del colegio esperando con ese clima aun estudiante. Si por el fuera no admitiría a ningún estudiante fuera de tiempo. Lo único que le faltaba era otro irrespetuoso mocoso en el colegio. Entonces se puso a soñar en lo que haría si fuera el director del colegio, sin duda él les enseñaría a esos mocosos a respetar las normas del colegio. Sin embargo sus ensoñaciones fueron interrumpidas al ver una figura salir de entre la neblina y aparecer frente a la puerta.

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Hermione se colocó el pendiente en su cuello y repentinamente se sintió mareada. Era como si el aroma del colgante la hubiera embriagado repentinamente. No supo que paso pero repentinamente vio como el agua se acercaba a ella y todo se tornaba frio. Lo próximo que supo es que alguien empujaba su pecho y un cálido aliento.

— ¡Vamos, reacciona... Maldita sea!

Abrió los ojos y comenzó a toser el agua que había entrado en sus pulmones. Repentinamente se giró para encontrarse con un chico completamente empapado. Vestido como un muggle con jeans negros, converse del mismo color. Chaqueta y camiseta a juego.Piel pálida, cabello rubio y unos increíbles ojos grises que la miraban detenidamente. Le tomo un momento reconocerlo y entonces su nombre salio.

Hermione— ¿Malfoy?

El chico se levantó cuan alto era al ver que ella estaba bien y sin decir ni una palabra más tomo su enorme mochila del muelle y se dirigió en dirección del castillo mientras ella lo veía completamente estupefacta marcharse.

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Deimos Eris:

Hola a todos ha pasado mucho tiempo desde mi última actualización. Lo sé pero realmente las cosas se me complicaron un poco. En este momento me encuentro en un trabajo que realmente se volvió muy demandante y realmente me deja muy poco tiempo para hacer cualquier otra cosa, aparte de mis estudios. Es por eso razón que he comenzado a buscar uno nuevo que espero me permita tener tiempo para continuar escribiendo.

Cambiando de tema por fin pude escribir y Draco ha regresado. La familia Real está por regresar a Londres y muchas cosas están por suceder. Espero que disfrutaran de este capítulo y hare todo lo posible para actualizar lo más rápido que pueda.

Les envió un abrazo a cualquier parte en donde se encuentren :3

Hasta la próxima actualización.

Judith E. E.