Capítulo 1: Heridas y Cicatrices.

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Harry se encontraba abrazando a Ginny en el lago negro. Ella se apartó un poco y lo miro a los ojos con una seductora sonrisa que al pelinegro le fascinaba. Él sabe lo que esa sonrisa significaba y esto provoco que sonriera con anticipación. La pelirroja le sonríe de vuelta y se acerca a sus labios, haciendo contacto con los suyos. El la toma de la cintura y la atrae más hacia su cuerpo. Ella comprende al instante que él desea tanto como ella profundizar ese beso, por lo que abre suavemente sus labios dándole acceso a su boca. El corazón de ambos late rítmicamente con fuerza. No necesitan palabras, se aman profundamente lo saben. El beso es largo y profundo pero sin prisas, ya que saben que tienen todo el tiempo del mundo para estar juntos.

Voldemort está muerto y al fin el mundo mágico poco a poco estaba volviendo a la normalidad. Por lo que ahora pueden disfrutar de su relación plenamente. Ambos se separan cuando el aire es necesario, se miran a los ojos y sonríen mientras se toman de las manos y caminan alrededor del lago de regreso al colegio.

Es un perfecto día de verano. El sol en lo alto del cielo refleja sus rayos en el lago y los destellos de estos hacen parecer casi un ser irreal a la pelirroja ante los ojos de Harry. Si bien ella desde hacía tiempo era una de las chicas más populares y bonitas del colegio. Para él era mucho más que eso, ya que no solo era bella, también era la persona que estaba dispuesta a todo por estar con él, por demostrarle cuanto lo amaba. Harry miro de reojo a su novia quien en ese momento se encontraba mirando el lago. Y se sintió profundamente agradecido de tenerla a su lado. El había perdido demasiado... a sus padres, su padrino y algunos amigos. Al menos ahora no estaba solo, ahora tenía buenos amigos que eran su familia y sobre todo ahora la tenía a ella, quien era capaz de apartar su tristeza con solo una sonrisa.

Ginny— Se detuvo un instante para mirarlo detenidamente mientras sostenía su mano. Sonrió de una forma dulce antes de depositar un breve beso en los cálidos labios del chico que amaba para después separarse ligeramente de sus brazos. – ¿Sabes que te amo? . —Pregunto haciendo que el sonriera.

Harry— Yo... — No pudo terminar la frase por que ella puso un dedo en sus labios impidiéndole continuar.

Ginny— Solo, déjame terminar... Harry desde la primera vez que te vi me enamore perdidamente de ti. Te amé entonces, te amo ahora y te amare siempre. Quiero que siempre lo recuerdes. —Termino de decir mientras acariciaba la mejilla de Harry.

Harry de repente sintió que algo no estaba bien al ver la profunda mirada de tristeza en los ojos de su novia. Mirada que muy pocas veces había visto. Ella no era la clase de chica que simplemente se ponía triste de un momento a otro. Y repentinamente se sintió asustado. Su primera reacción fue llevar sus labios a los de ella depositando un suave beso impidiéndole continuar. Ya que tenía la sensación de que si la dejaba terminar algo malo pasaría. La abrazo con fuerza, sintiendo miedo de que se fuera a desvanecer en cualquier momento de entre sus brazos.

Repentinamente el aire se tornó frio. El cielo se oscureció debido a la aparición de unas nubes de profundo color negro y el viento empezó a soplar con una fuerza sobrecogedora provocando que las copas de los árboles se mecieran como campanillas de viento. Mientras las gruesas gotas de lluvia comenzaban a precipitarse por el suelo.

Una fría ráfaga de viento golpeo el rostro de Harry provocando que cerrara sus ojos color esmeralda. Fue solo un instante. Sin embargo cuando volvió a abrir sus ojos se encontraba en el comedor de Hogwarts ante el cuerpo caído de Voldemort. Miro a su alrededor desconcertado mientras algunos lo miraban con perplejidad otros con alegría. Tan pronto como los mortifagos se dieron cuenta de que su señor había caído comenzaron a huir. Algunos otros se encontraban terminando los duelos de vida o muerte que se estaban desarrollando sin darse cuenta de lo que pasaba a su alrededor. Algunos de los vencedores se apresuraron a darles caza a los mortifagos que huían y otros ayudaban a los heridos.

Evocación: El Legado de los BlackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora