Viktor, el heraldo de las maquinas.
La peliazul me miraba con furia desde su asiento, sus brazos estaban atados al respaldo de la silla, lo que le hacía imposible moverlos.
-¿Y la historia que me contarías?- preguntó soplando su flequillo, haciéndolo a un lado de su rostro.
-¿Por que debería? No me creerías, la capacidad de pensar de los humanos es tan pobre cuando viven en una mentira y se niegan ante la verdad, y mas el de los psicópatas como tu.
-Tu también eres un humano, Vik, no al cien por ciento pero aún lo eres... ¿O acaso crees que tu falta de sentimientos te hace superior a mi? Para nada, los dos somos monstruos, los malos, solo que tu corazón esta podrido, y eso es lo que te hace humano, tener corazón por lo mas podrido y asqueroso que sea.
-Hablas como si me conocieras. - me limité a decirle, con tranquilidad, creo que eso la enfureció mas.
-No te conozco, pero tus estúpidos experimentos hablan por si solos, diciendo todo sobre ti. Eres un monstruo, las personas como tu no merecen vivir en este mundo, quieres evolucionar pero lo único que haces es destruir todo... Eres incluso peor que yo.
-Si supieras la verdad te darías cuenta de que soy mas humano de lo que tu y yo creemos...
-Pues dímelo, dime la supuesta verdad de todos los asesinatos que has cometido, no te creeré si dices que es por diversión, pues no veo ninguna sonrisa en tu cara... En realidad no puedo verla, tienes esa máscara.
Me quité la máscara para que la peliazul pudiera contemplar las cicatrices de mi rostro y mi mandíbula metalizada. Ella solo bajo la vista.
-No te contaré sobre lo que me llevó a evolucionar o a querer que el mundo lo haga, te contaré la historia que quieres saber y que tu modificaste... Te contaré sobre Rihanna.
Jinx levanto la vista al escuchar su nombre, sus ojos estaban cristalizados, conteniendo las lágrimas.
-Como tu ya sabes, ella "proviene" de un experimento que realice años atrás, cuando ella cumplió los dieciséis, comencé a reclutar personas para mi ejército, para convertirlos en máquinas que mejorarían en mundo. Thalia fue la única que logro sobrevivir a las duras pruebas. A ella la rescate cuando su hogar se estaba incendiando, ella dormía cuando esto pasaba, sus padres murieron y su hermana logró salir, yo tuve que sacarla a ella de ahí, al despertar ella no le dije sobre sus padres, por lo que ella siempre pensó que la había raptado... Su coeficiente intelectual era muy alto, incluso mas alto que el mío, por lo que decidí que ella se quedaría a mi lado y que la protegería, claramente al principio era solo interés. Con el tiempo ella fue mas dulce conmigo, era una agradable persona a pesar de que yo "la rapte", lo cual me sorprendió mucho... Lo malo es que los experimentos que antes había llevado a prueba con ella habían debilitado su corazón...
- No puede ser que sea la cuarta vez que esto se salga de su lugar. - murmuro acomodando el brazo metálico que suplantaba al anterior. Tendría que hacerle múltiples mejoras...
Mientras reparaba mi brazo se oye un fuerte ruido de trastos rotos, suspiro y sigo mi trabajo cuando escucho un grito desgarrador:
-¡Viktor!
Era Rihanna. Me levante rápidamente de mi asiento y corrí hacia la cocina, donde provino el grito y el ruido de los platos rotos. La joven aprendiz estaba temblando, agitada en el suelo, sobre los platos y trastos rotos que habían cortado su piel.
Me apresuré a cargarla, ella tosía con fuerza mientras intentaba recuperar la respiración, su sangre manchó mis ropas, la lleve al laboratorio para poder examinarla y vendar sus heridas. La recoste en la mesa, ella seguía respirando con dificultad, me apresuré a aplicarle una inyección para calmarla. Su ritmo cardiaco comenzó a normalizarse.
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Abraza el Presente.
Romansa¿Robar? No, eso no era lo que ella hacia...¿Sembrar el caos? Pues eso sería mas acertado, y él lo sabía perfectamente, la cuidaba de lejos, pues después de la perdida de su mejor amigo no estaba dispuesto a perder en un futuro a quien lo volvió loco...