Los sentimientos se convirtieron en desprecio.
La culpaba, ¿por qué? ¿Qué lo hizo rebajar lo que un día amó? Un falso anhelo de libertad, la culpaba a ella por retenerlo, al principio pensó que sería fácil, prácticamente ellos eran uno, sonreían por el otro, la añoraba en su ausencia y se sentía egoísta al pensar en compartir su compañía, todos sus momentos siempre fueron con ella, dar el siguiente paso solo era algo que todos esperaban, él la quería y sabía que ella lo amaba.
Entonces llegó Anet y le mostró una vida distinta. No más juegos de niños, noches en casa viendo películas, olvidó sus promesas, las fiestas se volvieron su rutina, al verla a ella solo sentía disgusto, molestia, le parecía aburrida y le fastidiaba tener que soportarla.
Cuando antes era lo contrario, no concebía verla alejada. Sus sentimientos por ella se vieron nublados por esos momentos que saboreaba con Anet, todo desapareció, dejando un silencioso desprecio, que poco a poco acababa con ellos.
La culpó por el ultimátum de su padre, la pérdida de su familia, la culpaba por perder a su mejor amiga, cuando el único causante de su desdicha era él.
Estaba solo, inconforme con la vida. Los ató a un cruel futuro, la hirió y en el camino rompió cualquier pizca de esperanza, destruyó a la persona que juró nunca herir. Y ahora las consecuencias de sus acciones lo destrozaban a él.
Frente a su padre sus errores se volvían más reales, al pensar en su última conversación la culpa le corroía.
Él la había abandonado, aún egoísta, nunca le dijo el por qué, se alejó sin darle ninguna explicación. Estaba confundido, molesto, no quería que ella lo odiara, pero quería de alguna manera hacerle sentir peor que él, hacerle pagar a su padre por despreciarlo, y a ella por amarlo.
—¿Por qué? ¿Por qué lo sientes, eh? Por engañarnos a todos, por jugar con nosotros, ¿por romperle el corazón? Lo sabías, ¡te lo advertí cuando todo comenzó! —Sus gritos traspasaban las paredes de aquella habitación.
—¡Lo sé! Y lo siento, yo nunca quise lastimarla. —Cabizbajo escondía el dolor que de sus ojos destilaba y en cual al erguirse no podría ocultar de la mirada de su padre, lleno de remordimientos la pena fluía en cada una de sus palabras—. No quise mentir, creí que era lo mejor para los dos, la quería... La quiero, yo pensé que no sé lo que pensé, ella me amaba y...
—Y tú no, siempre fue notable la ausencia de tus sentimientos, tú no la amaste, yo lo sabía, entonces me lo negaste, ¡y te creí! Te creí porque por un momento vi aquel niño que la miraba como si ella fuera mágica, juraste amarla, dijiste que nunca la lastimarías, ¡lo juraste por la memoria de tu madre! —Estaba lleno de rabia, una parte dentro de él quería entender, escuchar una explicación, recuperar a su hijo, pero a la vez solo quería juzgarlo sin darle oportunidad a explicar nada, olvidar que compartían lazos, verlo solo como el hombre que destrozó a su pequeña niña.
ESTÁS LEYENDO
No fui yo, fuiste tú quien falló
Short Story«Atte:La que un día fue tu amiga, la cual perdiste al convertirla en tu novia, quien ahora es solo tu exnovia». ------------------------------------------------------------- Registrada en Safe Creative Me plagias y te demando wexd Créditos a @Ang3B...